Londres, Inglaterra.-
Un Tribunal tribal de Pakistán sentenció hoy a 33 años de prisión a Shakil Afridi, el médico que ayudó a Estados Unidos a dar con el paradero del líder de la red Al Qaeda, Osama Bin Laden, por “traición” a la patria.
El médico fue declarado culpable de ayudar a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos en la obtención de muestras de ADN de Bin Laden a través de una campaña de vacunación falsa en la ciudad de Abbottabad, donde se escondía el líder terrorista.
El médico fue condenado por un Tribunal tribal de la región de Khyber, integrado por cuatro miembro, bajo el Reglamento de Delitos FonterizoS (CPRC), vigente cuando Pakistán era colonia de Reino Unido y que a diferencia del Código Penal no contempla la pena de muerte.
“El doctor Shakil Afridi ha sido sentenciado a 33 años de prisión y a una multa de 320 mil rupias (unos tres mil 477 dólares)”, dijo Mohammad Nasir, un alto funcionario de la región tribal, en declaraciones a la cadena privada Dawn.
Nsir dijo que si el médico, no paga la fianza deberán pasar otros tres años y medio recluido en la prisión de la norteña ciudad paquistaní de Peshawar, donde fue traslado tras ser declarado culpable, para cumplir con su condena.
La Comisión judicial que investiga las circunstancias que llevaron a la muerte de Bin Laden en una operación espacial en la septentrional ciudad de Abbottabad, en mayo de 2011, había recomendado la pena de muerte a Afridi por alta traición.
Además de los 33 años de prisión y la multa, la Corte tribal también ordenó la confiscación de todos los bienes de Afridi y la cancelación de sus cuentas bancarias en el país.
Afridi fue detenido por agentes del Servicio de inteligencia de Pakistán (ISI) cerca de la ciudad de Peshawar dos semanas después de la muerte de Bin Laden, la madrugada el 2 de mayo del año pasado.
El funcionario dijo que Afridi reconoció que había aceptado ayudar a la CIA, ejecutando la falsa campaña de vacunación en Abbottabad un mes antes de la incursión contra la residencia de Bin Laden, aunque se desconoce si sabía cuál era su fin.
Desde mediados del años pasado, cuando e conoció el arresto del médico, la secretaria de Estado estadunidense, Hillary Clinton, ha exhortado al gobierno paquistaní a liberar a Afridi, al considerar que su trabajo ayudó a los intereses de Pakistán y Estados Unidos.
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