México, D.F.-
La trayectoria de 67 años de Marco Antonio Muñiz, hacen que se le considere una leyenda viviente del espectáculo, después de su anunciado retiro a sus 79 años de edad, los amantes de la buena música no lo desean pero entienden que es justo, por el tiempo en que este hombre en plenitud ya necesita llevar una vida mucho más tranquila.
El arte del señor al que algunos llamaron “El lujo de México”, lo llevó a interpretar un homenaje a sus compositores más admirados del país como: el guanajuatense José Alfredo Jiménez, el michoacano Juan Gabriel, el veracruzano Agustín Lara, el oaxaqueño Álvaro Carrillo y por último y no menos importante el yucateco Armando Manzanero a quien se refirió cariñosamente como “El Chapis”.
Esos músicos y autores, quienes con su música han trascendido las fronteras y que con la inconfundible y profunda voz de Marco Antonio Muñiz han sido llevados al escenario mundial.
En su despedida, don Marco portaba un elegante y a la vez extravagante esmoquin con un saco en tono dorado, mismo que hacía resaltar su varonil figura, y que asemejaba un robot musical a la distancia.
De los más emotivos momentos fueron los duetos con su familia. “Por amor” en las voces acompañado de sus hijos Toño y Jorge además de su nieto Áxel, quien también le salió cantante. Junto con el hijo de Mina y Jorge, el joven Áxel de 18 años de edad, cantó “Volverte a ver” con el abuelo.
Entre los grandes temas que interpretó Marco estuvieron: “Amo esta tierra”, “Que murmuren”, “Escándalo”, “El despertar”, “La Bikina”, “Qué bonita es mi tierra”, “Se me olvidó otra vez” y “Si nos dejan”. “Amor mío”, “Cancionero” “Seguiré mi viaje”, “Orgullo” y “El andariego”; las palmas se batieron y el público se levantó de sus butacas en más de una ocasión, con justa razón. María Cristina García Cepeda, coordinadora ejecutiva del Auditorio, interrumpió unos momentos para entregar a Muñiz la “Dalia de Plata”.
Los Muñiz comparten un humor parecido, pleno de ironía. En interacción con su padre, Jorge bromeó con el desafortunado evento boxístico donde olvidó la letra del Himno Nacional mexicano.
Marco Antonio dijo que siempre no se retiraría de la música provocando la risa y los vítores a que lo en verdad lo cumpliera, “Es sólo una broma”, musitó. El adiós de Marco Antonio Muñiz continuará en Monterrey, Tijuana, Guadalajara y Mérida.
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