Guadalajara, Jal. / Octubre 27.-
Ambos se fundieron en un sincero abrazo justo antes de ingresar al túnel que lleva al vestuario. Luis Fernando Tena y Oribe Peralta son cómplices silenciosos, baluartes en el Tricolor más criticado, ese que ya aseguró una medalla en los XVI Juegos Panamericanos.
Lo debe, en buena parte, a la contundencia del “Cepillo” y esa fe ciega, inexplicable para algunos, pero justificada con seis goles en el torneo, que el “Flaco” siempre le tuvo.
Por eso se felicitaron mutuamente. Resistieron el huracán de cuestionamientos y ahora están a un partido de colgarse la anhelada y exigida presea áurea continental, logro que el Tricolor Varonil no obtiene desde Winnipeg 1999.
México derrotó 3-0 a una selección de Costa Rica que tuvo poco que mostrar ante el Tri, y la ilusión que se forjó ante Brasil, se desvaneció muy pronto ante el cuadro azteca.
Así, la ilusión está más viva que nunca gracias a un grupo de chicos hambrientos de gloria y revancha personal, reforzados por tres hombres experimentados y con el liderazgo como parte esencial de su ADN. Ninguno como el ariete del Santos Laguna, quien lo mismo corre que da servicios o finaliza las jugadas. Con la misma actitud de siempre, con trucos nuevos por mostrar.
Oribe fue la figura con su hat-trick que lo consolida como el máximo romperredes del torneo panamericano.
ARGENTINA EL OTRO FINALISTA
Un gol de cabeza de Germán Pezzella fue más que suficiente para que Argentina doblegara el miércoles 1-0 a Uruguay y avanzara a la final del futbol masculino de los Juegos Panamericanos.
En el duelo rioplatense de Guadalajara, el capitán Pezzella se elevó entre varios defensores para enviar al fondo de la red un tiro de esquina a los 10 minutos.
Argentina aseguró su pase a la disputa del oro el viernes ante México, que a primera hora vapuleó 3-0 a Costa Rica. Uruguayos y costarricenses dirimirán el bronce.
Cuando aún se estaban estudiando, la albiceleste se encontró con un gol temprano que hizo rugir el moderno estadio Omnilife, a pesar de que lucía a media capacidad en el choque de fondo.
Tras el gol, el partido se hizo de ida y vuelta con ambos equipos llegando con peligro, aunque sin precisión.Uruguay, que venía de empatar 1-1 apenas un día antes con Trinidad y Tobago para asegurar su clasificación, tuvo su ocasión más clara a los 35 minutos en un centro que envió desde la derecha el capitán Diego Rodríguez, pero el delantero Matías Britos remató de derecha muy desviado.
Argentina replicó acto seguido con una llegada de su atacante Franco Fragapane, quien ingresó por el primer palo de Martín Rodríguez y sacó un zapatazo que el portero uruguayo envió al tiro de esquina.
Las emociones de gol escasearon en la segunda mitad en medio de un público que se volcó a respaldar a los uruguayos. “Uruguay, Uruguay, sí se puede”, se coreaba en un sector de las tribunas.
Britos estuvo cerca del empate al animarse con un zurdazo desde fuera del área que despejó al córner Esteban Andrada a los 75. Sergio Araujo, quien estuvo toda la noche peleado con el gol, volvió a rematar apenas desviado en el contraataque.
Los uruguayos reclamaron luego al árbitro lo que consideraron un penal cuando cayó al suelo el volante Facundo Piriz tras ingresar con peligro al área.
(27/oct/2011)
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