Madrid, Esp. / Feb. 4
No podía esperarse otra postura del técnico mexicano Javier Aguirre, un tipo que se atiene estrictamente al decálogo de su profesión, y entre esas reglas no escritas está el de no desear el puesto de un colega… al menos públicamente.
— ¿Le interesa dirigir a la Selección Mexicana? —se le preguntó.
— Ahora está (Sven Göran) Eriksson y mi obligación es apoyarlo —respondió, y agregó: “mientras él sea el técnico”.
Después fue más allá: “Por ética no debo intentar el trabajo de otros colegas”, aseguró, quien se afirma fue el que recomendó al sueco para el trabajo, una vez que informó a la Federación Mexicana de Futbol (FMF) que él no podía tomar el puesto, el año pasado.
Aguirre dijo que está abierto a viajar a cualquier lugar para seguir entrenando y por supuesto a México, ya que no considera que regresar a su país sea dar un paso atrás.
“No tengo empleo”, dijo. “Voy a tomarme unos días, pero después soy un profesional del futbol y entiendo que el mercado está abierto y sí, volvería, porque no considero que regresar sea dar un paso atrás”, añadió.
Ya una vez Aguirre llegó al rescate de la Selección Nacional. Ocurrió en el camino al Mundial de 2002 en Japón y Corea. La calificación de México peligraba con Enrique Meza como técnico.
Aguirre sacó adelante al Tri, que le sirvió de trampolín para llegar a España.
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