Washington, E.U. / Octubre 27.-
El poeta y líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Javier Sicilia denunció ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el estado de “inseguridad atroz” que prevalece en México en donde, aseguró, la impunidad sigue siendo la norma y la justicia la excepción.
“El 98 por ciento de los crímenes en México permanecen impunes. Mi caso es un caso doloroso, a mi hijo lo asesinaron. Es uno de los casos que se ha resuelto, quizá el único en los últimos tiempos. Es decir la justicia de excepción, la impunidad es la norma”, consideró Sicilia.
El poeta mexicano inauguró así su agenda de actividades en esta capital que incluirán su participación, por la tarde de este jueves, en un diálogo y debate en el Instituto de México del Centro Woodrow Wilson Center.
Al participar en una audiencia encabezada por el comisionado para México de la CIDH, Rodrigo Escobar, el activista por la paz y promotor del diálogo con el gobierno de Felipe Calderón, no desaprovechó para denunciar el calamitoso estado del sistema de seguridad y las precariedades del aparato judicial que sufren los ciudadanos:
“(En México) nos pueden matar, nos pueden levantar, nos pueden secuestrar, porque el grado de inseguridad es atroz, porque las condiciones del Gobierno en este sentido son atroces: nos pueden asesinar y nuestra muerte quedará impune”, aseguró Sicilia en un acto que contó con la presencia con el también integrante del Movimiento por la Paz y la Justicia y Dignidad, Emilio Álvarez Icaza.
El escritor Javier Sicilia había anunciado desde julio pasado que los testimonios de las víctimas de la violencia que habían sido recabados en el recorrido de la Caravana por la paz, serían presentados ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para su evaluación.
Posteriormente, en una intervención que se dio en el marco de estas audiencias para dilucidar el estado de los Derechos Humanos en México, la relatora especial para la Libertad de Expresión de la CIDH, Catalina Botero, aseguró que el Estado mexicano debe reconocer que las agresiones a periodistas son un problema grave y, por tanto, incluir la defensa de la libertad de expresión en su estrategia de seguridad.
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