Washington, D.C.-
La Casa Blanca rechazó hoy como una estrategia migratoria “remotamente creíble” deshacerse de manera agresiva de los inmigrantes y hacerles la vida miserable para que se autodeporten, como proponen las iniciativas republicanas.
La directora del Consejo de Política Nacional, Cecilia Muñoz, calificó como “inaceptable” la ideología prevaleciente en el Partido Republicano, fundamentada en el concepto de deshacerse “agresivamente” del mayor número de inmigrantes.
Al participar en un foro sobre el impacto económico de la política migratoria, Muñoz dijo que los republicanos promueven “leyes dirigidas a hacerles la vida tan infeliz a los inmigrantes restantes y a sus familias, que ellos mismos se deportarán. Esto no es ni siquiera una estrategia remotamente creíble”.
Criticó al Congreso por no aprobar una reforma migratoria y señaló que ante su falta de acción, estados como Arizona y Alabama con sus “intentos” para lograr el control de la inmigración, “han dividido a las comunidades y creado controversia”.
Subrayó el “alto precio” de la implementación de esas legislaciones y las fustigó porque no han logrado componer lo que no funciona en el sistema migratorio.
Muñoz consideró que es “insuficiente para arreglar el problema”, el éxito del cumplimiento de la política migratoria que demanda deportar a los 11 millones de inmigrantes indocumentados, los cuales están en su mayoría integrados a la fuerza laboral del país.
La también asistente del presidente Obama en materia de política interna subrayó que para la Casa Blanca es un imperativo económico la reforma migratoria y dijo que es receptiva a toda propuesta con enfoques “creativos”.
Agregó que las propuestas deben incluir ciertos “principios básicos”, como reforzar las medidas para que las personas que llegan a vivir a Estados Unidos lo hagan legalmente, responsabilizando a los empleadores y a los inmigrantes bajo la ley.
También se deben ampliar las vías para conseguir una integración total de los migrantes, incluyendo el pago de impuestos, aprender inglés, y participar de lleno en la vida cívica, “debido a que somos, y tenemos que seguir siendo, un país, indivisible”, dijo.
Agregó como requisitos también ser consistentes con los valores de la nación y su historia de inmigración como la familia, la justicia y la igualdad bajo la ley, así como la protección de la frontera mediante mecanismos de cumplimiento que sean eficaces y humanitarios.
Durante el evento organizado por el centro de análisis Brookings en esta capital, la presidenta del Consejo Nacional de la Raza, Janet Murguía urgió a la comunidad empresarial a que se una a la demanda de una reforma migratoria integral a nivel federal, para evitar el surgimiento de iniciativas antiinmigrantes en los estados.
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