México, D.F.-
El retablo principal de la Capilla de San Pedro de la Catedral Metropolitana, en la ciudad de México, será la pieza que el equipo de restauración del Festival de México (fmx) entregará el próximo año. Por lo que por primera vez, el encuentro cultural no entregará una obra restaurada como lo ha hecho desde hace 25 años, argumentaron, falta de presupuesto.
Desde hace más de dos décadas, el Taller Restauro y Conservación, encabezado por la restauradora Mónica Baptista, entrega a la ciudad una pieza o inmueble restaurado del Centro Histórico, en el marco del festival. Pero esta vez , la intervención de la Capilla de San Pedro comenzará en los próximos meses y finalizará en 2013.
“Este año fue un momento de tránsito entre una administración y otra, y el capítulo de la restauración tuvo un impasse”, lamenta la restauradora Mónica Baptista.
“En el 2011 tuvimos tiempo para pensar qué haríamos este año y entregar una parte en 2013; para el 30 aniversario del Festival, que será en 2 años, 2014, se entregará el total de los trabajos de restauración de la capilla completa de la Catedral Metropolitana”, dice.
El problema de los recursos, comentó la especialista, es algo que viene de tiempo atrás. En la edición anterior, el festival restauró una sola pieza – el Cristo de la Expiación al Templo de Santo Domingo-, mientras que en años anteriores se ha restaurado obras de mayores dimensiones. “El Cristo de la Expiación es una obra extraordinaria pero en relación a la problemática técnica de los otros que hemos restaurado es más pequeña, fue un trabajo más breve, no fue de la envergadura de los trabajos que hemos hechos anteriormente”, indica.
La restauradora Mónica Baptista y su equipo comenzarán en los próximos meses con los trabajos de restauración de esta Capilla, que es una de las 14 que integran la nave principal de la Catedral Metropolitana, conformada por tres retablos de 1670: el central, dedicado a San Pedro, uno dedicado a la Sagrada Familia y el otro a Santa Teresa.
Inicia primera parte del proyecto
El retablo de San Pedro, que será la primera parte del proyecto y estará listo para la siguiente edición del festival, se compone de estructura en madera, con acabado en hoja de oro y policromía. Contiene nueve pinturas, de pequeño y gran formato, todas de autor anónimo. Los óleos relatan pasajes de la vida del apóstol: “Narran momentos importantes en la vida de San Pedro, como su martirio o el Canto del gallo”, señala Baptista.
Sobre los trabajos de intervención, la restauradora detalla que se buscará tratar los problemas de desgaste y oxidación del retablo, se limpiarán óleos y escultura en caballete, y se restituirán los materiales faltantes.
“Tenemos problemas con la madera y el dorado del retablo. Las pinturas están sucias, hay hollín y pintura pegada en las esculturas, que hace que se oscurezcan. Hay faltantes en algunos elementos de madera”, detalla.
La intervención de los retablos se hará en el sitio, mientras que las esculturas y pinturas serán trasladadas al taller para su restauración.
Los óleos, en su mayoría anónimos, serán sometidos a una minuciosa labor de limpieza, con lo que se espera conocer su autoría.
De la Capilla de San Pedro también se revisará su estructura para examinar las condiciones en que se encuentran sus muros y techumbre. “El retablo principal está adosado a la pared y no sé exactamente en qué condiciones están esos muros. Vamos a revisarlos, si hay problemas no vamos a poder solucionarlos, tendremos que advertir al Conaculta para remediarlo”, advierte la especialista.
Otro de los retablos, que se planean entregar en 2014, está dedicado a la Sagrada Familia, cuenta con pinturas al óleo con escenas de la vida de Jesús, atribuidas a Aguilera, pintor de mitad del siglo XVIII; y el tercer retablo, el de menor dimensión, está dedicado a Santa Teresa; está compuesto con hojas de oro, policromado y pinturas al óleo. En los extremos de este retablo se localizan cuatro pinturas con escenas de la vida de Santa Teresa de Jesús, algunas adjudicadas a Baltasar de Echave y Rioja.
300 años de la Capilla no dejan de evidenciarse pero con un minucioso trabajo de restauración y conservación, Mónica Baptista y su equipo se darán a la tarea de recuperar su esplendor: “Le daremos salud, y ojalá que en otros tres siglos siga siendo un testimonio que hable de la historia técnica, artística y religiosa de la catedral”, sostuvo.
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