Washington, D.C. / Octubre 15.-
Durante una audiencia que vivió momentos de tensión y un animado intercambio de recriminaciones, el general retirado y ex zar de las drogas Barry McCaffrey pasó momentos de apuro a la hora de defender su visión de Texas como un “estado santuario” del crimen organizado de México que ha llegado para crear una “zona de guerra”.
Durante un intenso intercambio de preguntas y respuestas, dos de los más importantes congresistas demócratas por el estado de Texas, Silvestre Reyes y Henry Cuéllar, encararon al general McCaffrey y lo cuestionaron por los resultados de un estudio que fue financiado por el Departamento de Agricultura de Texas y que se ha convertido en un arma de la campaña electoral republicana al servicio de Rick Perry, para poner en entredicho la estrategia de seguridad que ha implementado la administración de Obama en la frontera con México.
En un animado cruce de intervenciones, tanto Cuéllar como Reyes cuestionaron el valor “académico” y la fidelidad del reporte con la realidad fronteriza de Texas y lamentaron que el general McCaffrey no hubiera echado mano de fuentes más fiables, de datos más sólidos o de información más actualizada, como la que se procesa desde el Centro de Inteligencia de El Paso (EPIC), Texas.
“¿Qué tipo de método científico empleó en su estudio?… ¿En qué fuentes oficiales o estudios académicos basó sus conclusiones?… ¿Dónde están los datos duros y los testimonios directos que respalden sus tesis?… ¿Porqué no recurrió a los especialistas o a la información del Centro de Inteligencia de El Paso?”, le inquirió el congresista Cuéllar al general, que le observaba con la quijada apretada.
“Tengo aquí las últimas estadísticas del FBI sobre índice de criminalidad en el país y, comparado con las principales ciudades de Texas, que tienen entre 1.9% y 3% de índices de criminalidad, están las ciudades de Washington DC, con 23.8% o Nueva Orleans, con 51.7%”, prosiguió el congresista Cuéllar.
“¿Según la lógica de su estudio, Washington sería una zona de guerra?”, preguntó Cuéllar para desatar el enojo del general que se removió nervioso desde su asiento y protestó porque no se respetara su experiencia militar.
Momentos álgidos
Durante la audiencia, el general retirado alzó la voz y con el rostro enrojecido rechazó las insinuaciones del congresista demócrata, Henry Cuéllar, quien sugirió que detrás del reporte de McCaffrey sólo se encuentran “móviles económicos y políticos”, en alusión a los 80 mil dólares que costó el reporte y a la forma en que éste informe ha sido utilizado por la campaña republicana de Rick Perry.
“Si usted está insinuando que detrás de éste informe hay un interés político o económico, está muy equivocado”, espetó el general retirado, mientras el presidente del subcomité de supervisión gubernamental, del comité de seguridad interna, Mike McCaul, intentaba rebajar la tensión mientras llamaba al orden a los congresistas demócratas.
“Decir que Texas es una zona de guerra es una exageración que no sólo no corresponde con la realidad, sino que tiene como fin sacar adelante la agenda política del Partido Republicano”, se quejó el congresista Silvestre Reyes, quien acusó a McCaffrey de falsear la realidad con un reporte que sólo busca apoyar la candidatura de Rick Perry a la presidencia.
Durante el debate, el general McCaffrey se pronunció a favor de liberar más recursos para reforzar la seguridad de la frontera, pero también para apoyar a México en su lucha contra el crimen organizado.
El general retirado lamentó que mientras Estados Unidos canaliza 10 mil millones de dólares mensuales para financiar la guerra en Afganistán, a México sólo se han canalizado mil 400 millones durante tres años para financiar la Iniciativa Mérida.
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