México, D.F. / Octubre 14.-
El presidente Felipe Calderón reconoció que entre ciudadanos y gobernantes se ha abierto “una brecha enorme” en cuestiones de seguridad y llamó a cerrarla mediante el diálogo; “empeñarnos en hablarnos, escucharnos y tratar de entendernos”.
Al iniciar la Jornada Ciudadana por la Seguridad y la Justicia, el titular del Ejecutivo federal hizo patente la importancia que representa abrir el espacio para el diálogo y el debate sobre la política en la materia del Estado mexicano.
En el Alcázar del Castillo de Chapultepec, acompañado por su esposa Margarita Zavala, e integrantes del gabinete de seguridad nacional, el mandatario reconoció a las agrupaciones de la sociedad civil por su valentía, responsabilidad, exigencia, denuncia y decisión de sumar esfuerzos en favor de la paz y la seguridad y contra el crimen.
“Hoy México enfrenta un desafío de enormes proporciones: el de dejar atrás la sombra de inseguridad y la impunidad y convertirse verdaderamente en un país de leyes y de libertades. No es una tarea fácil y para mí es, sin duda, el desafío más complejo y más difícil de nuestro tiempo”, subrayó.
Pero lejos de detenernos, puntualizó, “la magnitud del reto debe fortalecer nuestra determinación”, y dejó claro que ese desafío llama a su gobierno a cerrar filas con las organizaciones ciudadanas para dar una respuesta unificada y contundente a sus demandas.
“Hoy, más que nunca, todos los poderes públicos y las autoridades de todos los órdenes de gobierno estamos obligados a escuchar a la sociedad, a recoger sus inquietudes, a intercambiar reflexiones y a trabajar juntos para abrir cauces a la enorme capacidad que tenemos los mexicanos de forjarnos un mejor futuro”, recalcó.
El presidente Calderón, quien asistió este viernes al diálogo número 16 con representantes de la sociedad, reconoció el auténtico interés por construir un México que sea un sólido Estado de derecho, donde prevalezca la ley y la justicia.
Indicó que se sigue buscando el cumplimiento de los compromisos en la materia del gobierno federal, “pero también impulsando hasta el límite de nuestra competencia”, el de otras instancias de gobierno y poderes.
El mandatario federal refrendó su compromiso con las víctimas de la violencia, e hizo patente su convicción de avanzar en un proyecto de Ley de Víctimas, que pueden ser el centro de la atención porque han padecido de manera directa la violencia de los delincuentes y la ineficacia del Estado en todos sus niveles y poderes.
Admitió que falta por recorrer “un largo camino”, e insistió en que para el gobierno es claro que debe ser en los tres ejes que forman parte de la estrategia.
El primero consiste en enfrentar a las organizaciones criminales buscando reducir los niveles de violencia “sin escrúpulos” mientras que el segundo tiene relación con la reconstrucción de las instituciones y el tercero con la del tejido social, con oportunidades educativas, de salud y de empleo.
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