Fui de buena voluntad: Cepillín

México, D.F.-
El payaso Ricardo González “Cepillín” negó haber ofendido a niños y adolescentes en un evento infantil del instituto de beneficencia Casa Alianza.
Algunas versiones aseguran que la directora de la institución, Sofía Almazán Argumedo, se molestó porque Cepillín puso un juego en el que pidió a algunas niñas que simularan la danza de un tubo de Table Dance.
El payaso contesta: “¿Se hizo el juego del tubo o no? No se hizo nada, y si se hubiera hecho, chécate el programa ‘Sabadazo’ para que veas que juegan al tubo todos los días, chécate Telehit para que veas a ‘Las Lavanderas’ mentar madres, por ahí no es, porque ni siquiera hice nada; no me dejó hacer nada la señora (Almazán). Que no se hagan ahora los santurrones cuando no lo son, estamos en un mundo muy grosero que ustedes como medios están avalando, no yo”, comentó.
Agregó: “Hablen con la señora para que vean que no tiene la cara para contestarles el teléfono”. Lo que el regio cara pintada clama es que todo es una mentira. “La gente pensante no cree en esa mentira, no trabajo en el show ‘Sólo para mujeres’ ni en trabajos groseros. A mi no me perjudica una mentira, hay 41 años que me respaldan, donde aunque sólo estuve tres años en la televisión, la gente me sigue queriendo con mis 34 años de carrera”.
“Yo nomás les digo que no se vale que usen de esa forma a Cepillín; yo fui de corazón, no cobré ni un cinco, regalé pelotas que hasta yo compré de mi bolsa y al final salen diciendo que soy un grosero”.
Un comunicado de prensa de Casa Alianza informó ayer: “Durante la actividad con las niñas nos vimos en la necesidad de suspender dichas actividades debido a que éstas no eran las indicadas para el público presente y el señor Ricardo González decidió retirarse de las instalaciones de Casa Alianza por desconocer la misión y objetivos de nuestra institución”. Está firmado por Sofía Almazán Argumedo, Directora Nacional de Fundación Casa Alianza México.
Molesto, Ricardo González señaló. “No estoy de acuerdo en que quieran confrontarme con una institución. ¡Qué bueno que existen esas instituciones de ayuda! Mi versión es que fui de muy buena voluntad. Quise cantarles las mañanitas y salí con la cola entre las patas con una persona que ni siquiera me agradeció”.