México, D.F. / Septiembre 22.-
Carta pública enviada por los Gobiernos de México, Australia, Canadá, Corea, Indonesia y Reino Unido al presidente Nicolás Sarkozy sobre la situación económica internacional y el G20.
Presidente Sarkozy,
Tres años después de nuestra primera reunión de líderes, los ciudadanos y gobiernos de todo el mundo todavía están sintiendo los efectos de la crisis financiera global. Para muchas economías avanzadas, el camino para salir de la profunda y prolongada recesión será difícil. Esto tendrá un impacto sobre el crecimiento en los mercados emergentes, y existe menos margen de maniobra que en 2009.
Apoyamos plenamente su llamado del día de ayer para que la prioridad del “G-20 sea ayudar al mundo a encontrar la senda del crecimiento”. Le daremos todo nuestro apoyo a su Presidencia para alcanzar este propósito en la Cumbre de Cannes en Noviembre. Necesitamos tomar medidas decisivas para apoyar el crecimiento, la confianza y la credibilidad.
Todavía no hemos dominado los retos de la crisis. Los desequilibrios mundiales están ampliándose de nuevo. Los riesgos para la estabilidad de nuestros bancos y nuestras economías están llegando a niveles pre-crisis. Y los precios altos y volátiles de la energía están afectando a nuestros ciudadanos y están actuando como una carga para el crecimiento mundial.
Al mismo tiempo, la confianza de los ciudadanos, las empresas y los mercados ha sido dañada debido a la falta de voluntad política visible: esto, en sí mismo, está retrasando la recuperación. Durante el verano, las dificultades que se han enfrentado para encontrar una solución duradera a los problemas de deuda soberana han afectado aún más la confianza.
El G-20, que representa el 85% de la economía mundial, es nuestra plataforma para hacer frente a estos desafíos. Bajo su liderazgo, en Cannes, tenemos la oportunidad de comprometernos con ellos para tomar las acciones que sabemos que son necesarias.
Debemos ponernos de acuerdo en las decisiones difíciles de políticas que debe tomar cada uno, validando nuestras acciones conforme el análisis fuerte y objetivo y las recomendaciones del FMI, Banco Mundial y otras instituciones internacionales. Y, en el marco de un crecimiento fuerte, sostenible y balanceado, acordado en Pittsburgh, cada uno debemos actuar sobre esas decisiones. Sólo si trabajamos juntos podemos recuperar el crecimiento fuerte y la confianza de la cual depende.
Está muy claro cuáles son las prioridades.
Tenemos que aumentar la demanda global sin, una vez más, crear desequilibrios globales insostenibles. Los países con superávit necesitan aumentar su expansión de la demanda interna, consagrando sus políticas en claros compromisos políticos en el seno del G-20, incluida las reformas estructurales, mantener los mercados abiertos, incrementar la flexibilidad cambiaria y evitar las devaluaciones competitivas. Los países con déficit necesitan encontrar nuevas fuentes de crecimiento, incluyendo compromisos claros ahora para poner en marcha reformas estructurales específicas necesarias para restablecer la competitividad y mejorar el desempeño subyacente de sus economías.
Los gobiernos de la eurozona y sus instituciones deben actuar rápidamente para resolver la crisis del euro y todas las economías europeas deben enfrentarse a la sobre carga de la deuda para evitar el contagio al resto de la economía mundial. El acuerdo de julio para fortalecer el Fondo para el Financiamiento de la zona euro fue un primer paso importante. Los países del euro ahora deben ratificar este acuerdo tan pronto como sea posible, junto con la implementación de reformas para hacer frente a los déficit excesivos, mejorar la competitividad económica, y actuar de inmediato para fortalecer los sistemas bancarios. La zona euro debe considerar todas las opciones posibles para garantizar la estabilidad a largo plazo de la segunda moneda internacional más importante del mundo.
Los países con problemas de deuda de largo plazo deben diseñar e instrumentar planes creíbles de consolidación fiscal a mediano plazo que apoyen al crecimiento económico, cada uno de acuerdo a las circunstancias específicas de cada país. Estados Unidos, la economía más grande del mundo, tienen un papel especialmente importante que desempeñar en la restauración de la confianza. El acuerdo bipartidista de agosto sienta las bases de un plan de reducción del déficit y el plan para creación de empleo del Presidente Obama ayudará a proveer un impulso al crecimiento económico en el corto plazo. Sin embargo, EU, junto con otras economías avanzadas con elevados déficits, tienen que superar los obstáculos restantes para restaurar la viabilidad fiscal a mediano plazo.
El fracaso en las negociaciones para concluir un acuerdo comercial mundial le está robando al mundo el estímulo económico que tanto necesita. También, está afectando la confianza del público en nuestra capacidad de ofrecer lo que los líderes han prometido en repetidas ocasiones. Debemos ponernos de acuerdo en Cannes en un plan creíble para llevar a la reunión ministerial de la OMC en diciembre como base para concluir la Ronda de Doha. Si no podemos ponernos de acuerdo en esto, será necesario que instruyamos a nuestros ministros a considerar enfoques innovadores para lograr avanzar en un acuerdo multilateral de comercio y fortalecer el sistema de comercio multilateral. El comercio internacional puede ser el motor del crecimiento mundial y hay que mantenerlo en movimiento hacia delante.
Al impulsar hacia adelante todas estas acciones, el G-20 también debe promover un camino hacia el crecimiento que incluya a todos y apoyar el desarrollo económico, lo cual ayudará a reducir las disparidades económicas mundiales.
Las barreras a la acción son tanto políticas como económicas. Debemos enviar una señal clara de que estamos listos para tomar las acciones necesarias para mantener el crecimiento y la estabilidad de todos para el futuro. El G-20 mostró en la cúspide de la crisis financiera global, que podemos trabajar juntos para hacer frente a la inestabilidad global, la Cumbre de Cannes es una oportunidad para los líderes de probar esto, detener la caída en la confianza y fortalecer las bases para el desarrollo sostenible, fuerte, y el crecimiento mundial equilibrado para el futuro.
Primera Ministra Gillard de Australia;
Primer Ministro Harper de Canadá;
Presidente Yudhoyono de Indonesia;
Presidente Calderón de México;
Presidente Lee de la República de Corea; y
Primer Ministro Cameron del Reino Unido
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