Ciudad del Vaticano / Septiembre 14.-
El líder de la cismática Fraternidad Sacerdotal San Pio X, Bernard Fellay, anticipó hoy que “tomará tiempo” la respuesta del grupo a una propuesta avanzada por El Vaticano para asegurar su regreso al seno de la Iglesia Católica.
En una entrevista publicada en un sitio de internet vinculado a la asociación, el superior de los “lefebvristas” (sobrenombre derivado de su fundador Marcel Lefebvre) reconoció que aún existen “diferentes visiones” entre ellos y la Sede Apostólica.
Este día las autoridades vaticanas entregaron a Fellay un “preámbulo doctrinal”, un documento de dos páginas que condensó los puntos que los miembros de la Fraternidad deben aceptar sin condiciones si quieren ser aceptados nuevamente en el catolicismo.
Además colocaron sobre la mesa de las negociaciones la posibilidad de establecer una Prelatura Personal Internacional, una especial estructura eclesiástica dependiente del Papa (como lo es el Opus Dei), si deciden adherir al preámbulo.
Al respecto el superior lefebvrista estableció que, a partir de ahora, comenzará un proceso de discusión interna que tomará “el tiempo necesario” para estudiar el documento vaticano.
Añadió que la respuesta formal será entregada apenas se haya empleado el tiempo necesario para estudiar el texto y de consultar a los principales responsables de la Fraternidad porque “en una materia tan importante” se comprometió con sus compañeros a “no tomar decisiones sin consultar”.
“Pero puedo garantizar que nuestra decisión será tomada por el bien de la Iglesia y de las almas”, insistió.
Con su oferta de este día El Vaticano pretende terminar con el más reciente cisma en la historia de la Iglesia, protagonizado por la Fraternidad Sacerdotal San Pio X, fundada en 1969 en Econe (Suiza) por el arzobispo francés Marcel Lefebvre.
El prelado fue uno de los más férreos opositores al Concilio Vaticano II (1962-1965), al cual acusó de traicionar los verdaderos valores católicos por haber quitado la acusación de “deicidio” contra el pueblo judío, haber aprobado la misa en lenguas vernáculas y haber adaptado la disciplina eclesiástica.
El y sus seguidores calificaron de “contaminación modernista” las reformas aplicadas por el Concilio, sobre todo aquellas relacionadas con la aceptación de la libertad religiosa y el diálogo oficial de la Iglesia con otras religiones, como el hebraísmo o el islam.
La Fraternidad rompió con El Vaticano en 1988 cuando Lefebvre (ya fallecido) ordenó a cuatro obispos sin la autorización del Papa Juan Pablo II. Por aquella acción el ordenante y los ordenados cayeron en la pena de excomunión.
En 2009 el Papa Benedicto XVI decidió levantar esas excomuniones tras una súplica mandada por el sucesor del arzobispo francés, Bernard Fellay y los otros tres obispos.
Esa decisión abrió la posibilidad al inicio de una serie de conversaciones entre 2009 y 2010 de cara a una posible reconciliación y que ahora estaría cerca, siempre y cuando los “lefebvristas” acepten las condiciones del mencionado “preámbulo doctrinal”.
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