Madrid, España / Agosto 21.-
El Papa Benedicto XVI concluyó su visita de cuatro días a esta capital para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), con un acto de despedida acompañado por los reyes de España en el aeropuerto de Madrid-Barajas.
El pontífice partió sobre las 19:25 horas locales (17:25 GMT) a bordo del avión de la aerolínea española Iberia “Villa de un castillo”, acompañado por el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, y otros representantes de la curia romana que le acompañaron.
La JMJ 2011 terminó este domingo tras haberse realizado en Madrid desde el martes pasado y en los últimos actos multitudinarios encabezado por el Papa se reunieron un millón y medio de personas de todo el mundo, según datos de la organización.
En un acto en el pabellón de Estado de la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas, el pontífice estuvo también acompañado por representantes de la iglesia española, del gobierno español y del gobierno regional y municipal.
Tras escuchar los himnos nacionales de España y del Vaticano, el Papa dirigió unas palabras en las que pidió a los religiosos y educadores de jóvenes evitar desanimarse ante las contrariedades que se viven en algunos países.
Asimismo, demandó confianza en las nuevas generaciones como parte de una Iglesia que es también joven, ya que tras la fiesta religiosa vivida aquí le toca a cada joven volver a su país a compartir sus experiencias.
El pontífice y los reyes saludaron a los representantes de los diferentes niveles de gobierno y autoridades para despedirse, así como a los de la curia romana y la iglesia española que acudieron a despedir al Papa.
Posteriormente, los reyes encaminaron a Benedicto XVI por la alfombra colocada desde el pabellón a la escalera del avión, y en el camino el Papa saludó a decenas de peregrinos y fieles que estaban acomodados en un estrado para invitados.
Después de subir la escalera, el pontífice de despidió con los brazos abiertos y un gesto de agradecimiento para luego entrar en el avión seguido de cardenales y personal del Vaticano.
En su estancia en Madrid, el Papa sostuvo encuentros pastorales multitudinarios, los primeros días en la Plaza de Cibeles y San Lorenzo de El Escorial, y los últimos días en el aeródromo de Cuatro Vientos, donde encabezó una vigilia y una misa ante millón y medio de personas.
Además, desarrolló una agenda oficial como jefe de Estado, al reunirse con los reyes en el Palacio de la Zarzuela y con el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del opositor Partido Popular (PP), Mariano Rajoy.
Se trata de la tercera visita pastoral de Benedicto XVI a España, tras la realizada en 2006 a Valencia para el Encuentro Mundial de la Familia, y la de noviembre pasado a Barcelona y Santiago de Compostela.
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