Hay una expresión coloquial que queda perfecta para las declaraciones que diera recientemente el ex presidente Ernesto Zedillo y que se difundieron a nivel internacional.
El ex mandatario mexicano sugirió la legalización de las drogas como un recurso para bajarle al grado de violencia que estamos viviendo los mexicanos en la lucha contra la delincuencia organizada.
Aunque consideramos que esa puede ser una opción viable para retomar el control que el gobierno federal perdió desde hace muchos años, nos preguntamos por qué Ernesto Zedillo durante su mandato no promovió la legalización, si no de todos los estupefacientes, al menos de la mariguana.
Por eso le mencionaba amable lector que hay una expresión popular que queda como anillo al dedo en esta circunstancia: A toro pasado, todos somos fregones.
Es muy fácil hacer recomendaciones desde el confort de haber sido presidente.
Es muy sencillo criticar, pero más difícil actuar. En eso debió haber pensado Zedillo cuando planteó la legalización de la mariguana en un foro donde sabía que su recomendación iba a retumbar en todo el mundo.
En un sistema judicial tan vulnerable como el nuestro, dar un paso en ese sentido requiere mucho más que una declaración.
Se necesita preparar la legislación, a los cuerpos de seguridad y sobre todo, explicar a la población el por qué de una medida que pudiera considerarse extrema.
Pasado el revuelo de la declaración de Zedillo, la afirmación del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien dice que el consumo de estupefacientes aumentó en un 100 por ciento en México, no nos sorprende.
Al escuchar al funcionario federal exponiendo lo anterior, nos hace imaginar qué está pasando en nuestro país, se supone que se destinan millones del presupuesto para combatir el consumo de drogas, pero el incremento en el número de consumidores comprueba que las acciones son insuficientes y no han dado los resultados esperados.
Al igual que muchos aspectos de la vida nacional que tienen que ser analizados y redimensionarse, el asunto de las estrategias para disminuir el número de adictos también deben ser sometidas a una revisión muy estricta.
Viendo así el panorama, sólo nos resta preguntarnos:
¿Quién podrá ayudarnos? Porque es claro que las autoridades de los tres niveles de gobierno no dan pie con bola.
POTENCIA TURÍSTICA
Tamaulipas está localizado en un lugar privilegiado, hace frontera con Estados Unidos y pudiera convertirse en un polo de desarrollo para atraer el turismo extranjero.
Hugo Garza Gómez, director general de promoción Turística del gobierno estatal organizó una conferencia donde se habló de las fortalezas del estado en esta materia.
Esa reunión iba a ser presidida por Geño, pero finalmente no asistió, sin embargo, se espera que antes de que concluya este sexenio se echen a andar los proyectos turísticos pendientes.
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