Aguascalientes / Enero 22.-
Los Hidrorrayos del Necaxa sumaron su tercera derrota consecutiva en el Clausura 2011 al caer esta noche 1-0 ante los Zorros del Atlas, en partido de la fecha 3 jugado en el estadio Victoria.
No eran lágrimas de tristeza. La rabia estaba marcada en los rostros de los aficionados necaxistas, quienes se desgañitaron para pedir la salida del técnico Daniel Brailovsky.
El aún director técnico de los Rayos abandonó pronto la cancha, sabedor de que es el principal villano para la afición hidrocálida. Azotó la puerta del vestuario, donde buscó refugio a su triste realidad. Parece cuestión de horas para que diga adiós. Jesús Ramírez, Mario Carillo, Daniel Guzmán y hasta Carlos Reinoso son opciones para sustituirlo en el caliente banquillo rojiblanco.
Terrorífico presente de un equipo que tiene todo en contra. Hasta la suerte.
Esta noche encontró el gol del empate en el ocaso, pero Christian Suárez estaba en fuera de juego para el juez de línea Francisco Javier Pérez. Yerro garrafal. El ecuatoriano estaba detrás del balón cuando fue tocado por Ismael Íñiguez.
Brailovsky y sus futbolistas no lo podían creer. Se les había ido la posibilidad del empate… Y al estratega, la de tener un mínimo argumento para intentar defender su trabajo.
La malaria necaxista contrasta con la bonanza del Atlas. Los Rojinegros también fueron diseñados para eludir el descenso, pero Benjamín Galindo los tiene en la bóveda celestial.
Marca perfecta después de tres cotejos, lo que no hacían desde el Apertura 2006, bajo la dirección técnica de Rubén Omar Romano. En aquel certamen, fueron eliminados por el América en cuartos de final.
La garra mostrada por Flavio Santos, en la jugada de la anotación, es el mejor ejemplo de lo que son los tapatíos: un conjunto todo corazón, que además se encuentra en el estado de gracia.
Alfredo Moreno no había tenido una buena noche, pero el balón que le dejó su compañero de ataque era imperdible, fusiló (72’) y Brailovsky volvió a voltear al cielo, tal como lo hizo en cada falla de Suárez.
El Atlas es el líder general. Todo parece indicar que sorteará sin problemas la angustia de la tabla porcentual, mientras que el Necaxa cada vez se hunde más, ya sea por sus propias fallas o las ajenas, porque lo de esta noche dolió a sus integrantes y aficionados, quienes pasaron por alto la inverosímil pifia del árbitro asistente. Toda su ira fue descargada en Brailovsky, ese hombre que perdió 10 de los 14 cotejos que ha dirigido a los moribundos Hidrorrayos.
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