Déjeme contarle, hace, digamos, 15 años en Nuevo Laredo escuché una historia que me pareció difícil de aceptar, por la respuesta que le dio un militar a una persona que habló a la Guarnición de la Plaza denunciando que dentro de su propiedad había un hombre que intentaba robar.
El militar que atendió la llamada le dijo: Si tiene usted un arma mátelo, pero asegúrese que el cadáver quede dentro de su propiedad.
Esa historia vino a mi mente ayer cuando leí que el ejército abrirá armerías en otras ciudades del país, además de la que opera en el D.F.
La decisión de la Secretaría de la Defensa Nacional se basa en la creciente demanda de compra de armas que está registrando la única armería que actualmente existe y que es administrada por la Dirección de Comercialización de Armas y Municiones de la Sedena.
Todos sabemos que en México el tráfico ilegal de armamento es asunto común, proviene de Estados Unidos y de otros países y lo usan los delincuentes para cometer toda clase de delitos.
En el país se puede comprar en el mercado negro toda clase de armas, desde las más sofisticadas, hasta las más simples.
El gobierno ha reconocido que las policías no cuentan con el armamento necesario para hacer frente a la ola de violencia y ejecuciones y por ello el ejército tuvo que intervenir en la lucha contra la delincuencia organizada, pero aún así, no han podido replegar a quienes participan, pese a que disponen de armas para someterlos.
La Sedena, a través del teniente coronel Raúl Manzano Vélez, anunció un proyecto piloto para abrir sucursales en Monterrey, Hermosillo, Guadalajara, Veracruz y posiblemente Campeche o Mérida.
De acuerdo a sus estadísticas durante el año pasado la venta de armas “para uso de protección de domicilio” se incrementó en un 30 por ciento, esto es durante el año 2007 la Sedena vendió mil 250 armas, el año siguiente la cifra subió a mil 678.
Y más datos, las armas más vendidas fueron la pistola Glock 25, cuyo precio es de 596 dólares y la Beretta 84FS, de 717 dólares.
Hasta el año pasado la Sedena tenía registrado más de un millón y medio de mexicanos que poseen un arma de forma legal, esto es, registrada ante esta dependencia.
Sabedores de lo que significa tener un arma en un domicilio, el ejército siempre se había mostrado muy reacio a abrir más posibilidades para que la gente común podamos adquirir una pistola si consideramos que la necesitamos en nuestro hogar.
Ni duda cabe que los tiempos cambiaron, mientras el presidente nos insta a que denunciemos a los delincuentes, que ayudemos a identificarlos, en pocas palabras que la hagamos de policías, ahora el ejército nos abre la puerta para que nos defendamos.
Me pregunto si el remedio no será peor que la enfermedad.
¿Habremos de responder a la violencia con violencia? ¿Es que a los mexicanos no nos queda de otra?
Esa situación que se agrava día a día, está orillando a la ciudadanía a comprar algo que se supone servirá para defenderse, pero las experiencias que hemos observado a través de los años respecto a tener un arma en casa, son más desastrosas.
Ocurren muertes de inocentes, ejemplos de lo que sucede al tener un arma en casa son más comunes de lo que pensábamos, si no me cree pregúntele a la familia de la niña que fue asesinada por Carlos Salinas de Gortari, cuando era niño o a la familia de Andrés Manuel López Obrador, quien mató accidentalmente a su hermano cuando eran pequeños.
O tal vez al Rey Juan Carlos de España a quien se le fue un tiro y mató a su hermano.
Tal vez soy muy fatalista, pero yo no comparto la idea de tener un arma en casa, si el Estado no nos brinda las condiciones de seguridad para convivir en paz y armonía, entonces creo que es el momento de cambiar de autoridades y qué mejor oportunidad que salir a votar y ser una sociedad civil más participativa, crítica y exigente.
PREGUNTA OFENSIVA
Así respondió el panista Diego Fernández de Ceballos cuando le preguntaron por la imposición de candidatos en el PAN.
¿Ganará a puros dedazos?
“Me parece ofensiva la pregunta. Si a lo que se refiere es a la denominación de candidatos, eso está en los estatutos del partido”.
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