Hasta el lunes sumaban cuatro días consecutivos de terror entre los habitantes de la región Matamoros-Browsnville.
El salvaje encontronazo que por más de 8 horas tuvieron militares contra civiles armados el pasado 5 de Noviembre dejó un nada honroso precedente de violencia urbana.
El simple recuerdo de esos hechos fortalece la histeria colectiva. Al menor ruido muchos creemos que la pesadilla se reactivó, la gente se siente perseguida, acosada y entonces ocurre algo peor: El pánico paraliza.(*Según Wikipedia, la fobofobia consiste en sentir abrumador temor por la posibilidad de vivir situaciones que causen algún tipo de miedo o angustia).
La diferencia de un fobofóbico con una persona normal, es que ante la posibilidad de peligro el primero siente una fuerte ansiedad y estrés que pueden paralizarlo y el segundo analiza racionalmente la situación buscando una solución.
Por eso el fobofóbico es reacio a alejarse de los lugares que considera seguros y esto afecta seriamente su calidad de vida e inserción social).
LA INDUSTRIA DEL RUMOR TAMBIÉN SACUDE
Anteayer, por ejemplo, circuló la versión de explosivos colocados en planteles escolares y se habló de ciertos ataques en lugares públicos, tales como el hospital del IMSS y una clínica particular localizada por la avenida División del Norte.
A lo largo de la mañana cientos de padres de familia fueron por sus hijos a sus colegios para llevárselos. Varios incluso tuvieron que abandonar sus centros de trabajo, lo que ocasionó que la productividad se afectara.
Amenazas de bomba siempre han habido.
Tantas y tan reales, que hasta quisiera corregir a quienes se refieren a ellas como “falsas”.
Lo malo es que a esos avisos de supuestos explosivos en escuelas, puentes y tiendas se suman los rumores de enfrentamientos que se toman por ciertos a partir de balaceras y granadazos reales como los del viernes y sobre los que no hubo advertencia previa.
Afortunadamente las autoridades jamás han encontrado alguna bomba y si se hace tanta movilización es porque tienen el deber de aplicar los protocolos de seguridad.
En el extranjero temen viajar a esta ciudad por una guerra civil no declarada que algunos insisten en negar, pero localmente la voz de la realidad ahora la tienen los voceros de la Cámara de Comercio (así como los criticamos, también reconocemos cuando la verdad les asiste), al señalar que “la violencia está matando económicamente” a la ciudad.
Los reflejos de esa triste certeza la dan los éxodos marcados de familias enteras hacia el lado americano. Cada vez son más los empresarios que empiezan a invertir de un día para otro en suelo de Brownsville, Texas.
Poco a poco eso les hará descuidar los negocios que dejan en México… si es que no los cierran al partir.
Debo destacar que aunque habitualmente todos estos asuntos son objeto de la percepción directa de quien los ve o los escucha, al tener tantas noticias que mezclan palabras como “muerte”, “heridos”, “peligro”, “persecuciones”, “hombres armados”, “camionetas”, “soldados”, “ametralladoras”, etc., el ciudadano que antes no se daba cuenta de que existían, poco a poco empieza a resentir los efectos al enclaustrarse en sus miedos.
Sin embargo está ese otro efecto de la repetición constante de hechos, que por muy cruentos que sean, a veces terminan por generar algo igual de lamentable que el estado permanente de pavor: La costumbre, previa pérdida de la capacidad de asombro.
A esa reflexión llegamos al notar cómo uno de los escenarios del enfrentamiento que se encuentra en la calle Abasolo entre 4 y 5 parece zona turística, por tanta gente –joven en su mayoría- que han acudido a grabar videos y tomar fotos de la fachada para subirlos a Internet.
Por supuesto que en todo este embrollo, las redes sociales tienen su carga de responsabilidad, porque por mucha “razón” que tengan o quieran tener los amantes del “Twitter” cuando hablar de “informar en tiempo real”, no están siendo razonables.
No entienden que los medios de comunicación convencionales deben de ir un paso atrás de la autoridad para hacer su trabajo, ni comprenden que si a veces un reportero se abstiene de hablar de narcotráfico es porque le va la vida en ello.
¿Entonces Facebook y Twitter son la solución? No, sólo representan una alternativa cuya veracidad equivale al albur de que estando en el precipicio, el chivo caiga o no. Claro, depende de qué tan borracho o marihuano ande.
COLOFÓN
Como alcalde de Matamoros, el hoy diputado federal BALTAZAR HINOJOSA siempre dijo que “más que verse, la presencia militar en la ciudad debía sentirse con eficacia”.
Igual pensaron los testigos del horror por los estallidos y las ráfagas de armas de altísimo poder destructivo vivido en calles del centro histórico, por donde a diario caminan para ir a trabajar o llevar a sus hijos a la escuela, donde criminales y soldados expusieron la vida de decenas de personas. Lamentablemente, ese día por la mañana falleció el colega CARLOS ALBERTO GUAJARDO, tres marinos y varios presuntos delincuentes, y “oficialmente” no hubo bajas inocentes.
MISCELÁNEA GRILLA??
-RELEVOS 1.- Varios temas eclipsan los pronósticos para la sucesión de FELIPE GARZA.
-RELEVOS 2.- Él es el actual presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso Local.
-RELEVOS 3.- Algunos apuestan que será la profesora LUPITA FLORES quien tome la estafeta.
-RELEVOS 4.- Otros, a que será ANTONIO MARTÍNEZ, y que por eso anda tan callado.
-RELEVOS 5.- De cumplirse esto último, vaya decepción que resentirá RICARDO GAMUNDI.
-RELEVOS 6.- ¿O será que TOÑO y el moreno dirigente del PRI en Tamaulipas ya hicieron las paces?
-RELEVOS 7.- El tercero en la lista es OSCAR ALMARAZ, actual Secretario de Finanzas en el estado.
-RELEVOS 8.- Dicho orden de aparición no determina las posibilidades de los tres diputados electos.
-RELEVOS 9.- A menos, claro, que salga un cuarto a escena.
Por su atención, gracias. Por hoy, ¡Bajan!
Confesiones, avisos especiales y hasta aplausos a enterados2004@yahoo.com.mx
No tengo intermediarios ni asesores
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