México, D.F. / Noviembre 3.-
El Senado reculó de última hora y canceló cambios -a propuesta del PRI- que ya había aprobado en la Ley Antiobesidad, y que la hacían más severa al prohibir la venta de alimentos y bebidas chatarra, así como su publicidad en escuelas y centros deportivos.
Así, en unos minutos, lo que se aproximaba a ser una reforma con “dientes” para contrarrestar este problema de salud pública, se transformó en un dictamen frustrado, pues el pleno acordó regresar los polémicos artículos a comisiones, donde podrían quedar congelados.
El PRI, a través de Francisco Arroyo Vieyra, argumentó ante el pleno que los cambios generaban contradicciones (antinomias) en el dictamen, por lo que propuso echar atrás lo avalado.
De esta forma, el trámite quedó inconcluso, ya que el paquete de reformas sólo fueron aprobadas en lo general, y faltó concluir el trámite de los artículos reservados en lo particular.
Se espera que mañana jueves la revisión de la ley continúe.
El dictamen original sólo planteaba “limitar” la venta y la publicidad de comida chatarra.
Los cambos fueron antecedidos, por un intenso debate en que priistas y panistas cruzaron acusaciones por el conflicto de interés.
Antes de que planteara detener los cambios al dictamen, la bancada del PRI vez emitió un comunicado en el que rechazó que exista algún conflicto de interés para frenar el dictamen, ante los señalamientos contra la senadora María del Socorro García, y sostuvo que sus colaboraciones han servido para mejorar las reformas.
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