México, D.F. / Noviembre 2.-
Su padre enamoró a los americanistas con la efectividad que presumía frente a las porterías enemigas. Él podría ganarse el corazón de toda la afición mexicana en unos cuantos años.
Es Emilio Omam-Biyik, hijo de François, aquel delantero camerunés que llegó al América en 1994 y dinamitó las áreas de los adversarios.
Por un capricho del destino, Emilio nació en nuestro país el 12 de marzo de 1995, justo cuando su papá era figura en las Águilas, así es que podría formar parte del Tricolor.
Raúl Gutiérrez, director técnico de la Selección Sub-17 que el próximo año disputará el Mundial de la categoría en México, ha seguido sus pasos en el futbol francés, por lo que deja abierta la posibilidad de convocarlo.
“Es un chico al que lo hemos venido siguiendo y claro que puede ser considerado, porque es mexicano”, comparte el “Potro”. “En estos momentos se encuentra en Francia con su papá, pero no hemos perdido contacto con él”.
Emilio juega en el equipo Sub-17 del club La Berrichonne de Châteauroux de la segunda división del futbol galo. Se desempeña como mediocampista y, a los 15 años, ya mide un metro 88 centímetros, estatura poco común en un chico mexicano de esa edad.
Su caso es similar a los de Giovani y Jonathan dos Santos, así como Nery Castillo y Luis Roberto Alves “Zaguinho”, hijos de futbolistas extranjeros que militaron en México, por lo que sus hijos nacieron en este país.
El nuevo Omam-Biyik podría ser una pieza importante en el equipo con el que Gutiérrez anhela emular a aquella Selección de 2005, dirigida por Jesús Ramírez, que se proclamó campeona del mundo en Perú.
“Hay un grupo de jugadores que tienen cierto proceso”, recuerda el “Potro”. “Se viven visorías desde hace año y medio, así es que buscamos que los que están vistos lleguen en buen momento a la última fase de preparación”.
Trabajo que continúa pese a que su futuro como estratega del combinado infantil es incierto, debido a los cambios presentados recientemente en Selecciones Nacionales.
La salida de Néstor de la Torre de la dirección general y la llegada de su hermano José Manuel al banquillo del equipo mayor, provocan incertidumbre entre los encargados de los conjuntos con límite de edad. Aún así, Raúl sigue la planeación establecida.
“Son tiempos en los que se reacomodan las cosas en la dirección de Selecciones”, subraya.
“Llegó el “Chepo” y, como hay reacomodo, seguimos en el proyecto. Llevamos ya un año y medio y soy el responsable de los Sub-17”.
“No sé si [la permanencia] depende del próximo director de Selecciones. Llegué con Memo Cantú, seguí con Néstor. El que venga se tiene que empapar en el proyecto y ya después veremos la idea que él pudiera tener”.
Uno de los primeros pasos es preparar al equipo Sub-17, en el que podría figurar Emilio Omam-Biyik.
Discussion about this post