Reynosa, Tamps. / Octubre 30.-
Las tradiciones mexicanas y extranjeras se enfrentan en esta frontera, donde por una parte se impulsa la colocación de altares tradicionales para conmemorar el Día de Muertos, mientras que otro sector prefiere costumbres extranjeras.
El historiador y cronista de esta ciudad fronteriza, Reynaldo López Olivares, destacó que el paso de los años y el constante flujo migratorio que vive esta localidad han modificado algunas costumbres, entre éstas la forma de velar y sepultar a sus difuntos.
Tras reconocer que Reynosa es una de las ciudades fronterizas que registra a nivel nacional un incremento acelerado en su población, dijo que esto ha propiciado un choque en sus costumbres, tradiciones y festividades.
Señaló que anteriormente, cuando una persona fallecía era velada por espacio de tres días en su domicilio particular, hasta donde arribaban familiares y amigos con flores, veladoras e incluso alimentos para compartir con los dolientes.
El historiador dijo que con el paso del tiempo esta costumbre se ha ido perdiendo, pues en la actualidad 98 por ciento de las personas son veladas en casas funerarias en donde no se permite encender veladoras y en cambio se enciende un foco en señal de luz.
Asimismo, enfatizó, los cuerpos son preparados para resistir la elevada temperatura que persiste en gran parte del año en esta ciudad y se sepultan en promedio a 24 horas de haber fallecido.
“Las costumbres cambian a lo largo del tiempo gracias a la mezcla de culturas, ideas y tradiciones que se viven en una ciudad como Reynosa, en donde ahora en lugar de vestir de negro en señal de luto, la gente ha optado por utilizar el color blanco, que denota tranquilidad y paz”, dijo.
Manifestó que hasta en la forma de velar y sepultar a los que mueren se ha imitado a Estados Unidos, pues ahora los panteones venden sus lotes “estilo gringo”, que consiste en colocar césped y una pequeña lápida sobre la tumba “y ya no se hacen edificaciones como en antaño que era dignas de admiración”.
“Un panteón es el espejo de un modo de vida de una población y prueba de ello es el panteón de El Charco Escondido construido en el siglo XIX, en donde podemos encontrar tumbas y mausoleos con inscripciones que nos hacen pensar que ahí vivía un grupo de gente con preocupación y preparación, que honra a sus muertos conservándolos hasta el día de hoy”, resaltó.
El cronista enfatizó que el arribo de personas originarias de estados como Veracruz a esta frontera durante los últimos años, así como de Guanajuato, San Luis Potosí, Nuevo León, el Distrito Federal, entre otros sitos, ha permitido que las tradiciones mexicanas empiecen a cobrar vida.
Manifestó que en Reynosa existe el panteón municipal Sagrado Corazón que alberga a más de 15 mil tumbas en una superficie superior a las 6.5 hectáreas, y es el único en la ciudad reconocido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como patrimonio cultural.
“En la actualidad existen varios panteones particulares pero el que alberga a fundadores de esta frontera y personas de arraigo descansan en este cementerio”, dijo el entrevistado.
A su vez, el presidente de la Asociación de Veracruzanos radicados en Reynosa, Patricio Mora, señaló que la llegada de sus paisanos a radicar a esta región fronteriza ha permitido incrementar la colocación de altares de muertos.
Refirió que la compra-venta de flores como pata de león, cempasúchil y la ingesta del pan de muertos, caña, naranja y los ya tradiciones en esta ciudad tamales estilo Veracruz, se incrementa durante esta temporada del año en la ciudad.
Los establecimientos comerciales ahora ponen a la venta una variedad de calaveritas elaboradas de diversos materiales ente los que destacan de azúcar con nombres de personas, de chocolate, dulce e incluso de plástico, como articulo decorativo, dijo.
Declaró que el arribo de personas del centro y sur del país permite fortalecer tradiciones mexicanas y luchar con el Halloween, que se celebra en Estados Unidos.
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