México, D.F. / Octubre 27.-
La ola de violencia de los últimos seis días tuvo entre sus objetivos a decenas de jóvenes de tres diferentes estados al norte del país.
Las violentas Ciudad Juárez, Chihuahua; Tijuana, Baja California; y Tepic, Nayarit, constantemente acosadas por el narcotráfico, fueron en esta ocasión testigos de masacres ejecutadas por comandos en contra grupos de adolescentes.
El pasado fin de semana se cubrió de sangre con dos de las matanzas. La primera ocurrió en la fronteriza Ciudad Juárez, donde un grupo armado abrió fuego contra una treintena de personas que departían en una fiesta en la colonia Horizontes del Sur. Trece jóvenes murieron en el lugar, mientras que otro falleció horas más tarde a causa de las heridas.
La nueva masacre recordó la que hace menos de nueve meses tuvo lugar en Villas de Salvárcar, donde 16 adolescentes fueron masacrados por sujetos armados.
En esta ocasión el convivio fue interrumpido súbitamente por un hombre de apenas unos 20 años que llegó hasta el centro de la fiesta, a gritos preguntó por el propietario de un automóvil que permanecía estacionado en el exterior. Aparentemente nadie le contestó, y preguntó por segunda ocasión. Al no haber respuesta, perdió la paciencia. De sus ropas sacó una pistola y comenzó a disparar a diestra y siniestra. Luego, otros cuatro tiradores abrieron fuego indiscriminado.
Cuando el fin de semana terminaba, otro hecho violento de características similares cimbró a la también ciudad de Tijuana.
La noche del domingo un comando ingresó al centro de rehabilitación “El Camino AC” y fusiló a un grupo de 13 internos. Minutos después del ataque, desconocidos interfirieron la frecuencia de radio policiaca para advertir que ésto es “una prueba de lo que es Juárez” y amenazaron con que serán 135 asesinatos, en posible alusión a las 134 toneladas de mariguana que autoridades bajacalifornianas decomisaron el 18 de octubre.
La Procuraduría del Estado señaló a un grupo de colaboradores de Joaquín “El Chapo” Guzmán como los posibles responsables de la segunda masacre del fin de semana.
En un último hecho similar, hoy un comando a bordo de tres camionetas arribó a un autolavado de la ciudad de Tepic, Nayarit, para luego abrir fuego en contra de los ‘lavacoches’ que también pertenecían a un centro de rehabilitación de drogas.
En saldo fue de 15 muertos, en su mayoría jóvenes que se ganaban la vida lavando autos en el establecimiento.
Los tres ataques múltiples se dan en medio de un debate sobre si las políticas gubernamentales son suficientes para apoyar a la juventud mexicana, que ante la falta de oportunidades en muchas ocasiones se une a las filas del crimen organizado.
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