México, D.F. / Octubre 19.-
Con un diseño animado y colorido, la joven escritora Lorena Amkie pública en Ediciones B su primera novela “Gothic Doll”, la historia de una adolescente de 17 años que tiene que enfrentarse a una nueva identidad, a los cambios que sufre su cuerpo y además a la responsabilidad que implica ser vampiro.
La joven autora, de 29 años, cuenta a KIOSKO de EL UNIVERSAL que “Gothic Doll” es una novela que quiso escribir desde niña por su obsesión al mito del vampiro. “Yo era la típica niña que quería ser vampira, cuando las niñas se disfrazaban de princesa yo me disfrazaba de calaca, siempre estuve más del lado oscuro”.
A pesar de que en los últimos años la fábula del vampiro ha sido muy recurrida en cine, televisión y literatura, para Amkie el producto literario que presenta intenta aportar algo que otros no han examinado. “Luego de todo lo que había leído sentí que había cosas aún sin explorar y mi aporte fue la vida cotidiana”.
“Yo exploro la vida cotidiana, es decir, cómo un vampiro ya no puede tomar agua, qué significa que en verano no te pueda dar el sol. Esta niña tiene que taparse todo el cuerpo, cómo una niña en este siglo lucha contra estos cambios sobrenaturales”, comenta.
No es una historia romántica
La joven dice que su novela no es una historia romántica, “no es la típica historia de Romeo y Julieta convertida en vampiros que hemos visto últimamente, que se quedan en eso”; se trata de examinar la parte terrible que vive ese ser convertido en monstruo que ya no pertenece a una sociedad normal.
A pocos días de haber salido a la venta, las críticas hacia esta novela se centraron en compararla con “Gosth Girl”, de la escritora Tonya Hurley, que narra las desventuras de una chica impopular.
No obstante, Amkie asegura que no tiene nada que ver: “si acaso visualmente puede parecer, pero quisiera hacer mucho hincapié en que esta novela está totalmente hecha en México, yo escribí la novela, todo el diseño, todas las ideas gráficas, todo ese trabajo se hizo aquí y son ideas originales mexicanas”.
Asegura que no tiene nada que ver con el tema, ni con el lenguaje, ni al público que va dirigido. “Con que le echen una leidita lo averiguaran”, comenta.
Lorena Amkie explica que se trata de una historia local, una historia que sucede en México porque este es el lugar donde quiso imaginar la novela. “Creo que muchos lectores querrían poder imaginar que una historia así transcurra cerca de ellos y no “en algún lugar muy, muy lejano”.
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