Ciudad del Vaticano / Octubre 18.-
El Papa Benedicto XVI pidió hoy a los responsables de la formación de los sacerdotes católicos estar “vigilantes y atentos” para evitar que personas con tendencias a la pederastia sean ordenados.
En una carta enviada a todos los seminaristas del mundo difundida por El Vaticano, el pontífice expresó haber sentido “gran dolor” al constatar que algunos sacerdotes “han desfigurado” su ministerio al abusar sexualmente de niños y jóvenes.
“En lugar de llevar a las personas a una madurez humana y ser un ejemplo para ellos, han provocado con sus abusos un daño que nos causa profundo dolor y disgusto”, escribió.
“Por todo esto –agregó-, muchos podrán preguntarse si vale la pena ser sacerdote; si es sensato encaminar la vida por el celibato. Estos abusos, que son absolutamente reprobables, no pueden desacreditar la misión sacerdotal, que conserva toda su grandeza y dignidad”.
Según el Papa los años de seminario deben ser un periodo de maduración humana para el futuro sacerdote, quien debe, al finalizar sus estudios, haber conseguido un equilibrio justo entre corazón y mente, razón y sentimiento, cuerpo y alma.
Estableció que la sexualidad es un “don de Dios”, pero también una tarea que tiene que ver con el desarrollo del ser humano y cuando ésta no se integra en la persona puede convertirse en algo “banal y destructivo”.
La carta es el segundo documento oficial de un Papa que toca abiertamente el tema de los abusos sexuales contra menores en el clero, el otro es la carta enviada a los católicos de Irlanda publicada en marzo de 2009 y escrita también por Benedicto XVI.
El escrito comenzó con una anécdota del mismo Papa quien contó que, cuando fue llamado al servicio militar en la Alemania Nazi (1944), el comandante de su compañía le preguntó a cada uno qué quería ser en el futuro y él respondió: sacerdote.
“El subteniente replicó: entonces tiene usted que buscarse otra cosa. En la nueva Alemania ya no hay necesidad de curas. Yo sabía que esa ‘nueva Alemania’ estaba llegando a su fin y, que después de las devastaciones enormes que aquella locura había traído al país, habría más que nunca necesidad de sacerdotes”, ponderó.
Más adelante el pontífice reconoció que actualmente mucha gente piensa que el sacerdocio católico “no es una profesión con futuro, sino que pertenece al pasado” pero aseguró que, también en la época del dominio tecnológico, los hombres tienen necesidad de Dios.
“Sí, tiene sentido ser sacerdote: el mundo, mientras exista, necesita sacerdotes y pastores, hoy, mañana y siempre. Para nosotros, Dios no es una hipótesis lejana, no es un desconocido que se ha retirado después del big bang. Dios se ha manifestado en Cristo”, apuntó.
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