México, D.F. / Octubre 15.-
El reclamo de salarios atrasados así como gastos de rehabilitación en territorio sudamericano de parte de los abogados del delantero paraguayo Salvador Cabañas es tratado sin polémicas ni reproches de parte del presidente del América, Michel Bauer, dispuesto a dejar su resolución en las instancias a que haya lugar, amparado en que hay reglamentos y cláusulas muy evidentes.
“Hay un contrato, hay leyes, hay estatutos y políticas que están muy claras”, enfatizó Bauer. “Cada quien va a pelear por su condición, pero para eso están las leyes y ya nos dirán lo que sigue”, dijo.
En ese sentido, “estamos claros y vamos a esperar la siguiente reunión” con la comisión de controversias de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), pactada para la próxima semana. “Tenemos la misma postura desde que esto sucedió, el 25 de enero”, recordó.
La idea de ir a conciliación es para “tratar de poner cada quien su postura en la mesa y hemos llegado ahí porque evidentemente las partes no hemos logrado un acuerdo”, explicó Bauer.
El dirigente agregó que “estamos claros en lo que ha hecho el club por él, por su familia, apoyándolo en todo momento en su rehabilitación” y en caso de que no haya un acuerdo “evidentemente se tendrá que ir a otras instancias”.
En entrevista con la agencia AP, el abogado de Cabañas, Roberto Ruiz Díaz, alegó que las partes no llegaron a una conciliación en el ámbito de la FMF e informó que el artillero amarillo reclama 600 mil dólares a la organización.
Ruiz Díaz dijo que el América se niega a reconocer el adeudo porque la lesión que sufrió el deportista no fue en el campo de juego, sino en un centro nocturno, donde fue baleado por un delincuente aún buscado por las autoridades.
“No llegamos a ninguna conciliación en la Federación Mexicana de Futbol para cobrar los salarios atrasados de Cabañas, dado que los representantes del América argumentan que la agresión ocurrió fuera del campo laboral. Creemos que el contrato sigue vigente y debe ser cumplido hasta que las partes acuerden su final”, aportó.
En desacuerdo con el argumento de los abogados americanistas, Ruiz Díaz comentó que no se puede decir que el centro nocturno era un sitio inapropiado, porque “ese lugar lo frecuentaban otros jugadores y dirigentes de la compañía de televisión (Televisa), vinculada al América”, y analizó que si bien la agresión no fue dentro del ámbito laboral, ocurrió gracias a su investidura como jugador del América.
“La realidad es que Salvador sufrió una agresión tan grave no por ser Salvador, si no por ser Salvador Cabañas, jugador del América”, observó. “El hecho guarda relación directa como deportista y vinculación con el América. Si fuera jugador de Cerro Porteño, del Olimpia o del Cruz Azul no hubiera pasado”.
E incluso fundamentó su alegato en que la discusión entre Cabañas y el delincuente apodado el JJ le reclamó al futbolista por los malos resultados del popular club azulcrema. “El futbol despierta pasiones y muchas se vinculan a situaciones extremas”.
Asimismo, más allá de la disputa laboral hizo ver que tanto Cabañas como el América “siguen siendo amigos”, esperanzado el jugador en llegar a un acuerdo y, a la vez, defender su contrato.
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