México, D.F. / Octubre 15.-
La Arquidiócesis de Guadalajara criticó a quienes utilizan las leyes para servicio del poder y a quienes quieren mostrar que “la política debe estar emparentada con los huevos, con el poder, con la autoridad, con el mando, con el absolutismo, con la fuerza, con la represión, aunque no sean los huevos propios, sino prestados”.
Considera que en este marco se encuentran la creación de leyes para afectar sustancialmente la posición de la Iglesia sobre temas como el aborto, los matrimonios y las adopciones.
Se usa la ley para aplicar golpes espectaculares como una forma de consolidar una imagen de autoritarismo. “Las demandas “que han enseñado lo que significa una persona autoritaria, intolerante, seguidas de actitudes extremas que demeritan la calidad de su comportamiento, que develan la verdadera personalidad detrás del verdugo”, se resalta en el editorial del Semanario Arquidiocesano de Guadalajara con fecha 14 de octubre.
En la edición 715 de este órgano de difusión de la Arquidiócesis de Guadalajara que encabeza el cardenal Juan Sandoval Iñiguez, se recomienda paralelamente que se debe analizar el perfil de cada precandidato a la Presidencia de la República en el marco del proceso del 2012.
“Cada aspirante a la Presidencia, aunque todavía no haya llegado el tiempo de hacer oficiales las candidaturas, pero a quienes todos conocemos, ha ido mostrando los perfiles de sus estilos de gobierno, porque la mayoría de ellos lo está ejerciendo en diferente nivel, pero todos usando las armas y los recursos a su alcance, aunque tampoco sean propios, sino del pueblo, como en el caso de los huevos”.
“Han usado la infraestructura del gobierno que les toca presidir, y esto es alarmante en el caso de que alguno de ellos ocupara el poder ejecutivo federal.
Seguirían la misma línea de usar bienes del Estado para alcanzar fines personales”.
Luego de referirse a que aspirantes a la Presidencia de la República, buscan diferentes formas de promoverse, el editorial resalta que en el caso del Distrito Federal, sin mencionar directamente al jefe de Gobierno Marcelo Ebrard, que se presenta la metáfora del microbús.
Es decir, “autoritarismo, imposición de decisiones, falta de respeto a la ciudadanía, inseguridad en las unidades, velocidad desbocada sin respetar las leyes y reglamentos, la arbitrariedad en la circulación por las calles, conductores sin control y la conformación de una mafia de poder.
“¿Será?, algunos señalan que los capitalinos son rehenes de una estrategia de gobierno basada en la protección de los derechos políticos de los grupos de la protesta social, pero en detrimento de los derechos políticos de la ciudadanía”.
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