San Fernando, Tamps. / Julio 6.-
La irresponsabilidad del delegado regional de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa), Abel Villavicencio Ruiz, a quien “se le olvidó” alimentar a 400 cardenales que estaban bajo su custodia tras haber sido decomisados, provocó la muerte de la mitad de estos animales.
Sin embargo las cosas no quedaron ahí, pues al ver que la otra mitad de las aves estaba “muy débil para volar”, el funcionario decidió llevar todo el lote de cardenales (vivos y muertos) a un paraje en el ejido San Francisco, en las orillas del río Conchos, echarles gasolina e incinerarlos.
Todo este problema inició el pasado 23 de junio, cuando elementos de la Marina decomisaron un cargamento de 400 cardenales que fueron puestos bajo la custodia de la Profepa en San Fernando, que se encargaría de liberar las aves de color rojo.
Sin embargo, como reconoció Villavicencio Ruiz, “el exceso de trabajo” hizo que “se le olvidara” liberar o, por lo menos, alimentar los pájaros, por lo que una mitad murió y la otra quedó muy débil.
Fue por ello que decidió prenderle fuego a todo el lote.
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