Los problemas financieros de General Motors (GMM), Ford y Chrysler propiciarán paros técnicos y despidos en los clústeres automotrices de Coahuila, Querétaro y Guanajuato.
En Coahuila un reporte local la firma Magna, de capital canadiense, reportó que en México GMM sólo le pagará el 80% del valor de sus facturas y que le recomendó cortar prestaciones y bonificaciones a sus empleados para el segundo semestre de este año.
Otros casos como el de la empresa autopartista mexicana Industria Automotriz SA (IASASA), que dirige Juan Gregorio Ramírez Jáuregui, reportan pérdidas cuantiosas en sus ventas. En los primeros seis meses del año fueron de 51.5 millones de pesos, una baja de 8%, ya que en 2007 rebasaron los 56 millones de pesos.
La principal actividad de IASASA es la fabricación y venta de autopartes estampadas, de las que 99% factura en México.
En su reporte del pasado trimestre declaró que “las estrategias para incrementar ingresos… se están viendo mermadas y/o aplazadas por la contracción de la economía en el sector automotriz por la desaceleración que se está dando en la economía norteamericana”.
Al cierre del segundo trimestre del año reportó tener 442 trabajadores (323 sindicalizados y 119 empleados no sindicalizados), mismos que podrían ser enviados a casa por paros técnicos.
Por su parte, San Luis Corporación (SLC), empresa dedicada a la fabricación de suspensiones y frenos, reportó un primer semestre con apenas una utilidad de operación (Ebitda) de 26.1 millones de dólares, 43.5% menos respecto a los primeros seis meses de 2007.
Entre las razones de la baja en las utilidades, SLC explicó a sus inversionistas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) que la baja en las ventas se debió ”a menores volúmenes en el mercado norteamericano, donde un menor gasto del consumidor, afectado por el alto costo de la energía y la contracción del crédito disponible han derivado en un ambiente recesivo con repercusiones profundas en la industria automotriz”.
Sus principales clientes en México son General Motors, Ford, Chrysler, Nissan, Volkswagen y Toyota.
La región del TLCAN significó para esta firma, con más de 4 mil empleados, una baja en las ventas de 27%, mismas que buscan compensar con ventas hacia Brasil, donde sus ventas crecieron 47%.
De hecho, SLC anunció hoy que inició la exportación a Brasil de muelles y sistemas de suspensión para el segmento de vehículos pesados a través de su empresa filial Rassini NHK Autopeças, RNA.
Un vocero de SLC declinó comentar sobre si planean despedir personal o realizar paros técnicos.
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