México, D.F. / Octubre 13.-
En México, el cáncer de glándula mamaria es la primera causa de muerte entre las mujeres en edad laboral. Cada día, 10 mujeres fallecen por esta causa, considerada una emergencia en el país, afirmó Alejandro Zentella Dehesa, académico del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Por ello, el investigador desarrolla una estrategia para identificar marcadores moleculares que puedan utilizarse para detectar una fase previa al inicio de la metástasis o propagación de la enfermedad.
Zentella y sus colaboradores trabajan desde el año 2000 en el Instituto de Fisiología Celular en el desarrollo de una estrategia para entender cuáles son los mecanismos bioquímicos que participan en la propagación del mal que aumenta en México ligado al estilo de vida, especialmente en el norte del país y entre las clases socioeconómicas con más alto nivel.
Mientras muchos grupos científicos internacionales estudian el comportamiento y las características bioquímicas, Zentella estudia el cambio bioquímico de las células normales, expuestas a las tumorales. Su estudio busca marcadores en las endoteliales, que cubren el interior de los vasos formando una monocapa.
Centrados en cómo las células tumorales escapan de los vasos sanguíneos, los investigadores comprobaron con estudios in vitro que éstas utilizan genes y programas utilizados por las normales, pero los expresan de forma aberrante, es decir, fuera de tiempo o de lugar.
“Son las células del sistema inmune que circulan por el cuerpo todo el tiempo, las que emplean estos genes y estos programas para escapar del sistema circulatorio. Cuando hay una infección identifican dónde se ubican, se fijan a las paredes del endotelio y las atraviesan para ingresar al tejido donde la infección se registra”, señaló.
Zentella y sus colaboradores identificaron tres moléculas de adhesión que sirven como elementos para que las células tumorales se fijen a la membrana endotelial. Se trata de la Selectina E, la ICAM-1 y la VCAM-
Encontraron que una variante de VCAM-1 solamente se expresa con señales muy específicas del cáncer mamario, y por ello las aprobaron como marcadores moleculares, pues al seguir “su pista” pueden saber que la metástasis está en marcha.
“Aún estamos lejos de poder probar estos marcadores moleculares con pacientes humanas, pero me sentiré satisfecho cuando una futura aplicación de este método predictivo pueda ayudar salvar la vida de una mujer en México”, finalizó Zentella.
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