Los boxeadores Arturo Santos, de Nuevo Laredo, Tamaulipas, y Francisco Vargas, del Dstado de México, derrotaron hoy a sus respectivos oponentes durante su debut en los Juegos Olímpicos y pasaron a los octavos de finales que se disputarán el próximo viernes en el cuadrilátero del Gimnasio de los Trabajadores, en Beijing.
Santos, en la división -57 kilogramos, superó 6-2 al keniata Nicholas Okoth y Vargas, en la división de -60 kilogramos, derrotó 9-2 a Jean de Dieu Soloniaina, de Madagascar, en la división de -60 kilogramos.
En octavos de final Santos se enfrentará a Alaa Shili, de Túnez, quien este lunes derrotó 14-5 a Wilhelm Gratschow, de Alemania, mientras que Vargas se medirá ante el rumano Georgian Popescu, quien eliminó por puntos 20-5 a Ali Sadam, de Estados Unidos.
“Me sentí bien, un poco amarrado del cuerpo, pero en las primeras peleas siempre sucede esto. (Okoth) Era un peleador fuerte y difícil, así que pienso que para el siguiente combate debo ser más inteligente”, comentó Santos Reyes al término de su duelo.
“No me cansé tanto, pero sentí que no tiraba tan fuerte, así que en la próxima pelea, me debo ver mejor”, agregó.
En un primer asalto que lució sin un claro vencedor, Santos consiguió el único punto del round gracias a un volado de derecha que conectó al rostro del keniata, cuya movilidad le complicaba la estrategia al mexicano.
Sin embargo, el mexicano hizo correcciones e incrementó su ventaja para el segundo episodio, al término del cual, ya se encontraba arriba en la puntuación 3-1.
“Cambiamos la estrategia, en el primer round salí tirando muchos golpes, pero sólo están marcando los fuertes, después me tranquilicé un poco, estuve mejor plantado con la guardia y manejé más la distancia”, explicó el nativo de Nuevo Laredo.
Santos le dedicó el triunfo a su mamá, Silvina Reyes Benavides, quien este martes celebrará su cumpleaños.
En el próximo combate “debemos ser más inteligentes, los peleadores son mejores y tendremos que conectar buenos golpes, no cantidad”, indicó.
Por su parte, Vargas tomo la iniciativa desde el primer round, buscando a su oponente y marcando el ritmo del mismo, situación que de inmediato le redituó con un par de puntos para irse al descanso inicial 2-1.
Sin embargo, Soloniaina cambió su estrategia e intentó sacar ventaja de su movilidad para atacar al mexicano, pero Vargas sacó a relucir su experiencia de seis años en el terreno amateur para contraatacar a su oponente.
“Seguí las indicaciones del profesor, me moví y lo contragolpeaba cada vez que se me acercaba, así que me dio resultado”, indicó.
“Estar aquí era un sueño para mí que logré cumplir y ahora que estoy en los Juegos Olímpicos, vine a ponerle todo el corazón”, apuntó el mexiquense.
Este martes por la noche subirá al ring de Beijing 2008 el tercero y último de los seleccionados mexicanos, cuando el sonorense Óscar Valdez se enfrente a Badar-Uugan Enkhbat, de Mongolia.
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