Zapopan, Jal / Septiembre 18.-
Estudiantes Tecos y Pumas de la UNAM empataron anoche a dos goles en partido de la fecha 8 del Torneo Apertura 2010 jugado en el estadio 3 de Marzo.
No quieren. Los Pumas simplemente no quieren ganar fuera de casa. Sus propios errores los condenan y los siguen atando a una racha que ya suma nueve partidos sin ganar fuera de casa en más de seis meses. Los auriazules no se aburren de dejar ir puntos de visita.
Los felinos son víctimas de sí mismos, de sus yerros defensivos, de su arquero sin reflejos. Logran anotar dos goles en condición de visitante; eso ya es mucho para un equipo que sólo había hecho dos tantos en sus últimos 720 minutos. Sin embargo también aceptan dianas y se dan el lujo de quedarse con 10 hombres. Esas costumbres malsanas los han encadenado a cuatro partidos sin sumar de tres puntos en el 3 de Marzo ante Estudiantes-Tecos en torneo regular y Liguilla.
Anoche, ante Estudiantes perdieron una nueva oportunidad para demostrar que podían ganar lejos de casa, en Jalisco, donde ahora tienen sólo seis victorias en los 49 partidos que han jugado en ese estado en la historia de los torneos cortos.
Un empate, con sabor a derrota, los deja maltrechos en el Grupo Tres de la competencia, donde apenas suman 11 unidades, por 18 de Cruz Azul, el líder de grupo. Mauro Cejas fulminó al minuto 85 la esperanza auriazul de ganar su primer juego lejos de Ciudad Universitaria desde el 27 de febrero pasado (2-2).
El resultado fue una verdadera tragicomedia para ambos equipos.
Los porteros Sergio Bernal (Pumas) y Mario Rodríguez (Estudiantes) acabaron con el mito de que sólo el Jabulani mundialista se mueve tanto que provoca el ridículo de los porteros que buscan atajarlo. El 2010, el esférico de esta campaña, les jugó una mala pasada a ambos guardametas hasta batirlos.
Jorge Zamogilny al minuto 20 con muchas paciencia dejó que la pelota botara dos ocasiones sobre tres cuartos de terreno, empalmó el balón y éste describió una parábola que Bernal, sin reflejos, sólo lo acompañó a irse al fondo de las redes (1-0) con un brinco estéril , que lo hizo verse lento y sin recursos.
La falta de técnica del arquero auriazul sólo pudo ser opacada por la de su par de los Estudiantes-Tecos. Jehú Chiapas al 38 tomó la de gajos en una zona parecida a la del contención de la Autónoma de Guadalajara, disparó con fuerza y Rodríguez dejó que se le escurriera el esférico. Su acción hizo recordar a las calamidades de Guillermo Ochoa y al guardameta Robert Green meses atrás.
A pesar de los porteros, Pumas quiso ir contra sí mismo. Martín Bravo convirtió los reclamos de no jugar en la posición donde más se siente cómodo, la delantera, en el tanto de la ventaja parcial. Le demostró a Guillermo Vázquez que su hábitat natural es el área con un disparo que no llevaba mayor cosa, pero que el portero de Estudiantes, al no cubrir su poste, dejó que se incrustara en su portería (1-2).
La indisciplina, el eterno mal de esta temporada para los felinos, surgió para complicarlos. Chiapas vio la roja por un presunto pisotón sobre Diego Jiménez. Es la cuarta expulsión para los capitalinos en lo que va del torneo.
Pumas aguantó, pero el destinó terminó por arrancarles en la rectal final del encuentro esa anhelada victoria en calidad de visitante. Mauro Cejas, de media vuelta, colocó el empate, esa igualada que deja un sabor a hiel en la lengua felina.
Salir de Ciudad Universitaria para los auriazules les pesó demasiado, sufren mucho si se ven lejos del Pedregal, nos les gusta, les asusta hasta verse en ventaja fuera de su casa. Por eso, uno de ellos de hizo expulsar, su arquero y defensa fallaron. Hoy, simplemente, no quisieron ganar.
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