México, D.F. / Mayo 25.-
La rapidez con la que el gobierno de Estados Unidos gestionó el reemplazo de Carlos Pascual como su embajador en México, es un mensaje claro de la importancia que la administración de Barack Obama concede a la relación con el país, como también lo demuestra el nivel del posible sucesor Anthony Wayne, un “diplomático completo”, quien por su perfil seguramente será avalado por el gobierno mexicano.
Así coincidieron en señalar los diplomáticos de carrera mexicanos Jorge Montaño, ex embajador de México en EU y actual integrante de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) y Enrique Berruga, ex representante de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
A una semana de que Pascual abandonara México, de forma inusitada el gobierno norteamericano decidió pedir al gobierno federal su beneplácito para que Wayne sea el nuevo representante diplomático, para que sea postulado ante el Senado de ese país como embajador.
Ante este hecho, en entrevista con EL UNIVERSAL, Berruga dijo que la lectura evidente de esta decisión es: “Para Estados Unidos la relación con México es tan importante que no puede tener acéfala la embajada”.
Consideró que la relevancia de la relación bilateral también se expresa en la postulación de un diplomático de alto perfil, quien ha sido colaborador de cuatro jefes del Departamento de Estado, asignado actualmente a una de las misiones más delicadas para el gobierno de EU, como Afganistán, donde Wayne funge como el segundo de la representación norteamericana.
“El perfil habla de la prioridad que tiene la relación con México pues es un diplomático de carrera”, por lo que Berruga afirmó que ahora es difícil que el gobierno no acepte su postulación, sobre todo cuando se ha hecho público quién es el hombre que Obama considera adecuado para ser el nuevo embajador.
Montaño reconoció que es sorpresivo en la diplomacia de Estados Unidos que el gobierno de Obama haya iniciado las gestiones para enviar al reemplazo de Pascual a una semana de que éste dejó el cargo, lo que es un signo inequívoco del nivel que guarda la relación bilateral, considerada como prioritaria.
El embajador dijo que él se inscribe en la lista de los que creían que pasarían meses antes de que se iniciara el proceso para designar otro embajador, sobre todo ante las condiciones en que se dio la renuncia de Pascual, al aducir las diferencias que tuvo con el presidente Calderón.
Montaño dijo que Wayne “es un diplomático completo, con gran experiencia, ya que fungió como subsecretario para asuntos económicos y su designación es una buena señal”, aunque descartó que sea postulado como embajador por las misiones en países como Afganistán.
Discussion about this post