Berlín, Al. / Marzo 11.-
La conmoción y la incredulidad se apoderaron hoy de Alemania ante el ataque de un joven estudiante en la escuela Albertville, en la localidad alemana de Winnenden, que dejó 17 muertos, entre ellos el autor del tiroteo, y dos heridos.
Con tristeza y horror reaccionaron los políticos en Berlín al conocer la noticia de la masacre en Winnenden, una pequeña localidad al noreste de Stuttgart.
La canciller federal de Alemania, Angela Merkel, expresó su apoyo a los familiares de las víctimas del atentado en la escuela de esa región de Baden-Wurttemberg.
“Es incomprensible que en unos pocos segundos, estudiantes y profesores hayan resultado muertos debido a un horrible crimen. Estamos consternados por los acontecimientos de Baden-Wurttemberg”, dijo Merkel en Berlín.
“Es un día triste para toda Alemania. Nuestros pensamientos están con los familiares. Pensamos en ellos y rezamos por ellos”, agregó la canciller federal.
Dijo que se comunicó vía telefónica con el ministro presidente (Gobernador) de Baden-Wurttenberg, Gunther Oettinger, para informarse de la situación. Y tras una conversación con el ministro del Interior, Wolfgang Schäuble, ofreció toda la ayuda a la región.
El presidente federal de Alemania, Horst Köhler, también se mostró consternado por los hechos.
“Mi mujer y yo recibimos la noticia de la masacre de Winnenden con horror y tristeza. Nuestros pensamientos están con las víctimas y con sus familias y amigos. Nos sentimos profundamente unidos a ellos en estas difíciles horas”, declaró.
El ministro de Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, dijo durante un evento de su campaña electoral en Kiel, que se siente “profundamente triste” por los acontecimientos.
Los primeros reporten indicaron que 10 estudiantes y tres profesores perdieron la vida este miércoles en la escuela de Winnenden cuando un ex estudiante abrió fuego contra los alumnos y maestros que se encontraba en las instalaciones educativas.
En su huida, otra persona más resultó muerta, cerca del hospital psiquiátrico de la localidad.
Poco tiempo después, el autor de los disparos fue abatido por la policía en un tiroteo en la localidad de Wendlingen, a 40 kilómetros de distancia de la escuela donde se produjo la masacre.
Durante el altercado con la policía dos transeúntes perdieron la vida y dos policías resultaron heridos de gravedad.
El presunto autor de los hechos fue identificado como Tim K. de 17 años, y fue alumno de la escuela donde se produjo el ataque.
Informaciones proporcionadas por la policía señalaron que Tim K. entró en la escuela cerca de las 09:30 horas locales vestido con un uniforme de combate negro y abrió fuego en el centro de estudios.
El ex estudiante, de Albertville, huyó del lugar poco después de disparar contra los alumnos y profesores.
Reportes de la policía indicaron que Tim K. asaltó un vehículo y tomó al conductor como rehén hasta llegar a Wendlingen.
El ministro de Educación y Ciencia del estado de Baden Wurttenberg, Helmut Rau, declaró que las informaciones que se tienen sobre el supuesto autor de la masacre es que se trata de un estudiante que pasó inadvertido durante los años en la escuela.
Concluyó sus estudios en esta escuela el año pasado con el título de bachiller y después empezó su formación profesional.
“Su juventud nunca se desarrolló de una forma que llamara la atención”, dijo Rau al considerar que “probablemente estemos ante un caso de doble identidad”.
El ministro del Interior del Estado Federal de Baden-Wurttemberg, Heribert Rech (CDU), narró por su parte que la primera llamada a la policía se produjo a las 09:33 horas locales y de inmediato se enviaron dos equipos de intervención al lugar de los hechos.
El autor de la masacre ya había huido del lugar cuando llegó la policía.
Las edades de los diez estudiantes que murieron en el ataque van de los 14 a los 15 años, comunicó Rech. Nueve de ellos fallecieron en las instalaciones de la escuela y uno en el hospital al que fue trasladado.
“El autor de los hechos abrió sencillamente fuego”, dijo un portavoz de la policía.
Los padres del joven poseían un arsenal legal de armas en casa. Poco después de producirse la masacre la policía inspeccionó la casa de los progenitores. El padre es un acomodado empresario del pueblo vecino. La madre fue interrogada por la policía.
Una estudiante de la escuela de Albertville narró a la emisora de radio alemana, Hit-Radio Antenne 1, que estaban en la sala de informática cuando sucedió todo.
“De pronto oímos golpes y nuestra profesora salió rápidamente a ver qué pasaba y a continuación cerró las puertas del aula”, contó.
“Poco después, otra profesora vino y nos dijo que se había producido un tiroteo. Fue entonces cuando llegó la policía y nos llevó a todos hacia la piscina”, agregó la joven estudiante.
El recinto de la escuela y la ciudad fueron bloqueados. Winnenden se convirtió por unos momentos en una fortaleza. La policía pidió a la población no viajara por ninguna autopista en la región.
Más de mil estudiantes fueron trasladados a un lugar seguro, muchos de ellos fueron llevados al polideportivo de la ciudad donde recibieron atención psicológica.
La policía desplegó por la zona las unidades especiales (SEK) y el comando móvil (MEK) para dar con el autor de la masacre, para lo que contaron con ayuda de perros y un helicóptero.
Otra estudiante del centro educativo describió lo sucedido y lo calificó de horrible. “Esto es algo que ves en la televisión o en películas y ahora ha sucedido en mi vida”.
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