Williamsport, E.U. / Agosto 24.-
En una de las oficinas de la sede de las Ligas Pequeñas se sentía flotar la emoción de los chamacos de Nuevo Laredo por recibir esa llamada de ánimo que les habían prometido esa mañana. Jaime García, el pitcher tamaulipeco de los Cardenales de San Luis, hablaría a la una de la tarde para desearles suerte.
De pronto, desde la bocina del telefono se escuchó una voz nortena que preguntó:
– ¿Si saben quién habla?.
– Sí. Jaime García, contestaron los muchachos en coro.
– ¿Con qué equipo juego?
– Con los Cardenales de San Luis, repitieron con una sonrisa los peloteritos.
Así comenzó una conversación que duró por espacio de 10 minutos y que sirvió para que los tamaulipecos conocieran -aunque sea de voz- a uno de los peloteros mexicanos más exitosos del momento.
Jaime García, en su año de novato en las Ligas Mayores, tiene marca de 11 ganados y seis derrotas, ocupando el sexto lugar de efectividad en la Liga Nacional.
“¿Ya están listos?”, les preguntó García, “hay que ganar y echarle todas las ganas”.
Dijo que la tarde del lunes estuvo viendo el partido ante Puerto Rico y los felicitó porque ganaron y jugaron muy bien.
Preguntó por el pitcher para el partido de este martes y le informaron que sería Hugo Mendiola, a quien le dio varios consejos.
“Que descanse, que se relaje, que piense en otra cosa. Una hora antes del juego que se concentre, que dé todo lo que tenga en el terreno y que si gana bien y si no, que salga con la cara en alto”, dijo García.
El zurdo fue parte de la selección de la Liga Treviño Kelly en 1997 y se quedó muy cerca de asisitir a la Serie Mundial de Ligas Pequeñas, pero logró campeonato latinoamericanos en la categoría 17-18 años.
“Para mí es un orgullo que estén en la Serie Mundial porque son de Tamaulipas. Cualquier sueño que tengan se puede lograr. Tienen que prepararse bien, cuidarse mucho y echarle muchas ganas a la escuela.
“Desde que tengo uso de razón, el sueño de toda mi vida fue jugar en las Ligas Mayores y nunca perdí la fe aunque muchos me decían que era muy difícil. La clave ha sido que en el momento que me dan la oportunidad de pitcher trato de entregarlo todo, que no quede por ganas”, explicó.
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