México, D.F. / Agosto 22.-
“Los vales no son de mucha ayuda, sólo nos alcanza para lo indispensable: lápices y colores”, se quejan Celia Roldán y Jorge Carrera.
Ambos son padres de familia beneficiados con los vales de útiles escolares que da el Gobierno del DF y que intentan canjear en papelerías del centro histórico a pesar de los empujones y pisotones que viven en la “rebatinga” de útiles.
María Castañeda Ruiz, abuela de tres niños, vino también a realizar las compras escolares y considera que “el regreso a clases implica alrededor de mil pesos sin contar los uniformes, que son 300 pesos más por niño, pero no hay de otra, además de que los vales que nos dieron al final de cuentas nos salen bien caros, pues nos los cobran con impuestos y pues no se vale”
Este lunes regresan a clases más de 1 millón 700 mil alumnos, por lo que este fin de semana, los padres de familia han inundado las calles de Mesones y República del Salvador. Las banquetas se desbordan de niños, jóvenes y adultos que, con lista de útiles en mano, intentan conseguir los artículos escolares al mejor precio. Lizbeth, de ocho años de edad, confiesa que no le emociona la idea de regresar a clases pero que sí le entusiasma comprarse una mochila nueva con la muñeca del momento —Como la de mi amiga— le dice a su madre quien responde un poco distraída: Si tiene una mochila así tu amiga, entonces ya se agotaron. Angelica Gómez, madre de la pequeña, considera que el precio de los útiles subió en relación con el año pasado por lo que por ahora reciclará la mochila.
Operativo policial
Mientras las papelerías atraen a los exhaustos padres de familia con promesas de “a 10 pesos, lléveselo a 10”, los policías intentan contener a los automóviles, así como a los vendedores ambulantes.
“Ya es mucha la gente que está aquí, se está acumulando demasiada así que debemos cuidar el tránsito de personas y el ambulantaje que no se quiere replegar”, declara Eva Moreno Martínez, oficial de policía y madre de dos niños.
Ella compró la lista de útiles hace una semana y opina que “los precios que más se incrementaron fueron del pegamento y de los cuadernos. Sólo se incrementan los precios pero no el sueldo”, agrega.
Por su parte los vendedores consideran que lo que más subió de precio fueron las libretas por el papel.
Brenda Maldonado empleada de una de las papelerías enfatiza “hace como tres años en esta semana ya teníamos llena la tienda, pero pues ahora no, sólo entran a preguntar precios y se van”.
Raquel Pineda, jefa de familia, cree que no le alcanzará para comprar la lista completa de útiles y admite: “hay muchas cosas que ni siquiera se ocupan y que no compraré, como el pegamento blanco; además de que hay material que se supone debe de dar el gobierno como gises o plumones para pizarrón”.
En medio de una decena de “lápices”, danzantes que promocionan libretas y colores, se encuentra Irma Estrada, ella viene desde Valle de Chalco y lo hace porque asegura que en Mesones es más barato. “No me alcanza para todo pero pues ahorita se compra lo que urge que son los uniformes y las libretas”.
El día transcurre y miles de padres descansan en las escaleras de los establecimientos o se forman para presupuestar su lista escolar de kinder, primaria, secundaria y hasta preparatoria, como es el caso de José Alfredo Lezama quien señala “vine con mis hijos a comprar los útiles, vine por cuatro listas”
José Alfredo, así como otros padres, esta vez reciclará; “se tiene que ocupar lo que sirve, los cuadernos pasados se utilizan de nuevo, nada más se quitan las hojas que ya se ocuparon y ya”.
“Se trata de comprar lo menos posible de útiles, pero se hace el esfuerzo”, porque a fin de cuentas “porque lo más importante para todo padre es la educación de sus hijos”.
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