Tigres termina con paso perfecto del Santos

Monterrey, N.L. / Agosto 22.-
Un misil felino que pasó entre un mar de piernas fue suficiente para terminar con el invicto de Santos, que apenas es superlíder por encima de Cruz Azul, gracias a su amplia diferencia de goles (+10).
Tigres sacó las garras durante los primeros 15 minutos. Presionó, recuperó el balón y despedazó el funcionamiento de los laguneros, quienes presumían de haber desplegado el mejor futbol del Apertura 2010, pero fueron apagados en el Volcán regio.
El conjunto coahuilense también dejó en San Nicolás de los Garza la oportunidad de continuar al acecho de la marca histórica de ocho juegos consecutivos con victoria en poder del Guadalajara.
Pero antes del derechazo de Juninho que puso la diferencia en el marcador para sellar el primer triunfo en casa del torneo para los felinos al minuto 8, el cuadro local ya había avisado que la rivalidad regional le resulta suficiente para crecerse y combatir a la usanza de Ricardo Ferretti: orden y fiereza atrás.
Itamar Batista y Lucas Lobos comenzaron el bombardeo inicial a la puerta defendida por Oswaldo Sánchez. Estrellaron dos balones en el poste que dramáticamente se alejaron de las redes.
Después, el central brasileño aprovechó un tiro libre a favor para mandar un derechazo raso, que pasó cerca de las piernas de defensivos y ofensivos que se encontraban en el área. El arquero lagunero, se estiró y sufrió cómo el esférico se anidaba en su portería, que recibía apenas el segundo gol del torneo y primero en los últimos cuatro partidos.
Santos se quedó seco, así se mantuvo tras el 1-0: sin mayor reacción. Daniel Ludueña sin imaginación; Carlos Darwin Quintero perdió la brújula y no fue el cómplice esperado por un Christian Benítez inofensivo, al firmar su primer partido sin anotación, desde que regresó a México, después de militar en el futbol inglés. Tampoco Oribe Peralta ni el goleador de media semana en la Liga de Campeones de la Concacaf, José María Cárdenas, pudieron hacer algo por rescatar el invicto.
Rubén Omar Romano sufría desde el banquillo porque sentía nostalgia por ese equipo que apabulló a sus rivales en las primeras fechas.
Los Tigres tampoco hicieron demasiado para ampliar la ventaja. El futbol ofensivo y las llegadas de gol mostradas al inicio del partido se fue alejando del estadio Universitario, que por fin vio a su escuadra obtener los tres puntos.