Ciudad Victoria, Tamps. / Agosto 23.-
El rechazo a la ley que permite adoptar niños a matrimonios del mismo sexo se encuentra más allá de un credo religioso o de cargas políticas, señaló el obispo Antonio González Sánchez.
Refirió que lo que se defiende son los derechos del niño y a la propia naturaleza que ha dado origen a la familia, y dijo que el tema no se debe contaminar.
Criticó al arzobispo de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, por acusar sin fundamento a los ministros de la Suprema Corte y a Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal, de haber recibido “dádivas” para inclinarse a favor de los derechos humanos de gays y lesbianas.
“Se me hace muy fuerte la declaración del Arzobispo de Guadalajara, porque se tiene que probar”, manifestó.
“Se me hace muy riesgoso declarar una cosa así cuando no se tienen los elementos necesarios, eso sí, ahí tengo mis reservas, una cosa es estar en desacuerdo con la ley y otra afirmar algo”, expresó.
Propuso además el desarrollo de un plebiscito sobre las adopciones gay, pues dijo que no es posible que un mínimo grupo integrado por los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) pueda decidir sobre cambios en la ley.
“Creo que se tiene que hacer de otra manera, tal vez un plebiscito, porque se me hace muy poquita la representatividad de que las leyes de un país la determinen los magistrados de la SCJN, se me hace muy poquita la representatividad para cambiar o agregar una ley”, expuso.
Explicó que en el plebiscito se analizarían todos los aspectos que entraña el desarrollo de los niños bajo una crianza de padres homosexuales o lesbianas, que van desde aspectos legales, sociales y psicológicos.
Puso como ejemplo los posibles casos de violencia intrafamiliar en matrimonios gay. “¿Qué sucedería cuando alguno de ellos presente una denuncia por golpes? ¿A quién le va a hacer caso la autoridad? ¿Sí me explico?”, cuestionó.
Reiteró que la confrontación de la Iglesia y el estado, en este caso frente a los ministros de la Corte, no tiene razón de ser y que lo primordial es salir en defensa de los derechos de los niños.
Expuso que cualquier extrañamiento de la Iglesia hacia Juan Sandoval Íñiguez deberá provenir del Papa Benedicto XVI por medio de monseñor Christopher Pierre, nuncio apostólico del Vaticano en México.
Dijo que en México todos los obispos han cerrado filas en torno a los derechos humanos de los niños y que conoce de un solo caso suscitado en Argentina del cura Nicolás Alessio que apoya el matrimonio entre homosexuales, y que por ello fue suspendido en sus funciones.
El obispo de Ciudad Victoria reconoció que es preciso establecer con claridad que debe haber respeto hacia los homosexuales, pues tampoco se trata de generar un rechazo social contra ellos.
“Estoy hablando de los que realmente lo son, contra esas personas no tengo nada, son hijos de Dios, tienen derechos y todo, nada más que existe algo que, según yo, ellos están incapacitados para hacer, como es la vida matrimonial”, expuso.
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