Querétaro / Mayo 15.-
Después de seis meses de haber sido deportada de Estados Unidos, dos de los cuales estuvo en prisión en aquel país, Lourdes Morán Ramírez logró recuperar a sus hijos, ambos de nacionalidad estadounidense, a quienes no permitieron que se vinieran con ella de vuelta a su casa, en la sierra queretana.
Durante ese medio año, los hijos de Lourdes, Cristina y Ricardo, de 10 y 8 años de edad, respectivamente, vivieron en Estados Unidos sin su madre. Sin oportunidad de despedirse de ellos, elementos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de aquel país fueron por Lourdes Morán Ramírez, de 38 años de edad, a su domicilio. “Fue una mañana que no quería ir a trabajar; llegué con 2 horas de retraso… lo presentía” Sostuvo Lourdes. A las 3 horas llegó un detective y me arrestó por tener documentos falsificados; dijo que había recibido una denuncia anónima, que me había reportado, y que yo estaba ahí”, recuerda Morán Ramírez, quien fue detenida en el condado de Gordon, Georgia, el 20 de Septiembre de 2010.
“El detective me preguntó que con quién vivía. Le dije que era madre soltera con dos niños que ya habían llegado de la escuela y estaban en ese momento con la niñera; me llevó a mi departamento para verificar que viviera sola y darse cuenta dónde estaban los niños. Luego de revisar, me llevó arrestada y tuve que decirle a la muchacha que, por favor, se hiciera cargo de mis niños”, recuerda Lourdes.
Ese día su vida dio un vuelco, pues la separaron por seis meses de sus hijos Cristina Maciel Morán y Ricardo Antonio Mejía Morán.
Lulú –como le decían sus compañeras en la fábrica de carpetas donde laboraba- vivió un infierno los 60 días que estuvo detenida en territorio estadounidense. La primera semana estuvo en la cárcel del condado Gordon, luego en el Centro de Detención de Atlanta y finalmente en el centro de Alabama.
“A mucha gente les niegan la llamada a la cual tienes derecho, como a mí; nos ignoran, se ríen de nosotros. Si protestamos o insistimos porque queremos llamar por teléfono te dicen que te calles… bien dramático, te tratan bien mal y son bien humillantes. Te hablan con palabras denigrantes que hasta me da pena decir, como little beans (pequeños granos)”.
Narró también que en Alabama “sólo te dejan comer, te dan desde fideo crudo, pollo mal oliente, frijoles extremadamente salados, humillante”, expresa.
Mientras Lourdes estaba presa, sus niños estaban a cargo de su ex esposo (quien en ese lapso pudo obtener la custodia) y de la nana.
“Mis hijos me iban a ver a la cárcel y era un sólo llanto” recuerda, quien desde hace cuatro años se divorció de su conyugue.
Después de permanecer dos meses en prisión, fue liberada y enviada a territorio mexicano. Dice que para toda la familia, este medio año fueron días de pesadilla:
“A mí no me devolvieron mis pertenencias: la ropa, mis zapatos, 150 dólares con lo que contaba. Lo bueno es que la aduana mexicana nos ayudó con la mitad de pasaje, unos 350 pesos, para llegar a la frontera”. Relató Lourdes Morán Ramírez.