México, D.F. / Mayo 2.-
Un soldado de origen mexicano enlistado en la base de Moreno Valley, California, intervino en la operación en que fue abatido el enemigo número uno de Estados Unidos, Osama Bin Laden, se conoció hoy en Los Ángeles.
‘Hace unas horas mi familia fue estremecida cuando vieron llegar a una decena de oficiales del Ejército a nuestra casa, y cuando tocaron la puerta nuestra familia se estremeció y empezaron a llorar porque ya se creía en malas noticias’, contó Martín Mejía.
Mejía, quien vive en Los Ángeles y trabaja como operador de máquinas, contó su experiencia vivida en su domicilio en Los Ángeles.
‘Ver soldados llegando a casa con la bandera doblada fue uno de los sustos más grandes’, describió.
‘Los soldados nos traían una bandera de Estados Unidos y cuando vieron que empezábamos a llorar nos aclararon que era un reconocimiento y un honor el traernos la bandera porque nuestro hijo había cumplido una gran misión por la nación’, prosiguió.
El soldado Rubén Mejía, nacido en este país y de padres guanajuatenses, ha sido ascendido a sargento por el operativo en que un equipo enfrentó y dio muerte a Bin Laden.
‘Ya pude hablar por teléfono con mi hijo; me contó que tumbaron a un helicóptero en el operativo’, describió el emocionado padre, quien decidió compartir sus satisfacción en el programa matutino radial de la 97.9 La Raza, conducido por Ricardo Sánchez ‘El Mandril’.
Con seis años en las fuerzas armadas de Estados Unidos, Rubén resultó herido sólo con algunos golpes, aclaró su progenitor, quien describió el momento que se pensó fatídico por pensar que lo habían perdido.
‘Me contó que ya recibió la felicitación del presidente Barack Obama y que el mandatario quiere que todo el grupo se reúna con él lo más pronto posible’, indicó.
Cuando se le preguntó sobre la recompensa de 50 millones de dólares que se había ofrecido para quien capturase vivo o muerto a Bin Laden, el padre señaló que al parecer la cantidad podría ser distribuida entre todos los que participaron en la operación.
Comentó que su hijo fue uno de los que pudo ver el cuerpo de Bin Laden después de que fuera sacado de la mansión que tenía enormes bardas y que ahora está bajo resguardo de soldados estadounidenses.
Indicó que la rutina familiar ha sido sacudida porque han recibido invitación de la base de Moreno Valley, donde los jefes militares quieren ver a los padres de los soldados que estuvieron en el operativo para hacerles un reconocimiento.
Mejía, con siete meses en Afganistán, formó parte del equipo de Operaciones Especiales en Mar, Tierra y aire de la Marina estadounidense (SEAL), encargado de ingresar cuando aún era de noche al complejo donde se encontraba Bin Laden.
La operación se llevó a cabo en Abbottabad, a unos 50 kilómetros al norte de Islamabad, capital de Pakistán, se prolongó por menos de 40 minutos y en ella murieron otras cuatro personas.
Abbottabad, en el Valle de Orash, provincia de Khyber Pakhtunkhwa, tiene una población donde sobresalen elementos militares y por su clima es seleccionada como sitio de veraneo por paquistaníes de regiones aledañas.
El comando llegó en helicópteros y fue enfrentado por el propio Bin Laden y otros tres hombres, quienes fueron abatidos al igual que una mujer que fue usada como escudo humano, según la narración de un funcionario militar a la cadena CNN.
Según la fuente, uno de los helicópteros se estrelló por fallas mecánicas, y tuvo que ser destruido por el comando para evitar que cayera en manos hostiles.
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