En su visita a Puebla, donde impartió una conferencia, el escritor español Fernando Savater asegura, y tiene razón, que la impunidad es lo que tiene a México en estas extremas condiciones de inseguridad.
Y es verdad, a lo largo de sexenios y sexenios los ciudadanos han visto como los límites se fueron rompiendo.
Como el abuso de la autoridad, los robos al erario, la complacencia de las autoridades con la delincuencia fue creciendo a pasos agigantados, hasta llegar al extremo que hoy se padece.
Durante años y años los ciudadanos observaron como funcionarios enquistados en el gobierno y empresarios aliados a ellos, se enriquecieron.
Para ellos no ha habido castigo.
Ese dejar pasar las cosas, el no imponer sanciones para corregir la ilegalidad hizo que otras personas dedicadas a actividades ilícitas siguieran el ejemplo y fortalecieran su “negocio”, al fin y al cabo no hay castigo.
Y como decía el siquiatra alemán, Víktor Frankl en su libro sobre su experiencia en los campos de concentración nazis, que en el mundo existen dos clases de hombres y mujeres, los decentes y los indecentes y están entremezclados.
Los indecentes para el caso señalado por Savater son aquellos que cometen delitos, roban, dañan a otras personas, con la complacencia de otros que deberían castigar esos comportamientos.
Recuperar la aplicación de la justicia, es uno de los valores que los que están en el gobierno deberían defender.
Por lo contrario, se mantiene una actitud de apatía, de esperar que las soluciones vengan del cielo, nadie asume responsabilidades, el gobierno federal le echa la culpa a los estados y a los municipios y viceversa, pareciera un juego de ping pong.
Como dice Savater no es posible tolerar que se persiga la delincuencia organizada, y no haya castigo para quienes la propician y viven de ella.
El escritor español añade que “la libertad no existe sin la seguridad y ésta se quebranta cada vez más mientras exista la impunidad”.
Otro punto cierto, lo vemos en Tamaulipas, los ciudadanos cada vez están más restringidos en su libre tránsito, las voces que se rebelan contra esto son acalladas y la sociedad cada vez pierde más su libertad.
LA FRASE
Pablo Cantú Hinojosa, enlace operativo de la DGETI en Tamaulipas se enredó solo con sus declaraciones a los medios al decir , “no vengo a hacer política”, al anunciar el cargo que acaban de otorgarle.
Pero al agregar que está al servicio de la educación que promueve Felipe Calderón y Alonso Lujambio, quien es uno de los aspirantes a la candidatura panista a la presidencia de la República, se demuestra una vez mas que “el pez por su boca muere”.
A Cantú Hinojosa le faltan años luz para aprender que a la política no entras, te meten, y de la política no te sales, te sacan.
Y por el momento, tendrá que hacerle talacha en Tamaulipas a su jefecito Lujambio para que le den la bendición panista y llegue a ser candidato.
Correo electrónico: derrotero@hotmail.com
Twitter: @derroterotam
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