Guamuchil, Sin. / Mayo 1.-
En esta ciudad, cabecera del municipio de Salvador Alvarado, 200 kilómetros al noroeste de Culiacán, Sinaloa, la violencia cambió de manera drástica la vida social y la convivencia de sus habitantes, al grado de que por primera vez en su historia no realizará el tradicional desfile del 1 de mayo.
Pobladores y autoridades aseguran sentir temor de verse involucrados en un enfrentamiento a balazos entre bandas del crimen organizado y fuerzas de seguridad o entre grupos armados de los cárteles que luchan por mantener el control de la plaza, como ha sucedido en los últimos meses.
A manera de recomendación, el alcalde Gonzalo Camacho Angulo consideró que cada uno de los pobladores del municipio deben establecer un “toque de queda” y recluirse en sus casas mientras las autoridades locales y federales no logren restituir la paz.
La madrugada del pasado jueves un comando realizó al menos 360 disparos con armas de alta potencia contra la fachadas de la presidencia municipal de Salvador Alvarado, el cuartel de policía y varias casas, destruyendo quince vehículos, entre ellos patrullas y transportes oficiales para el traslado de reos.
El presidente municipal reconoció que a raíz de esos ataques el modo de vida de muchos de los habitantes cambió, sobre todo las actividades nocturnas, ante el temor de exponerse a circunstancias de violencia.
El terror se apoderó de casi todos los sectores sociales de este municipio, incluido el obrero, cuyo dirigente, el cetemista Florencio Villa decidió cancelar este domingo el desfile de la celebración mundial del trabajo.
Villa explicó haber consultado a sus colegas de los diferentes sindicatos municipales y a las autoridades locales sobre la conveniencia de suspender el desfile, ante el temor de que se vuelvan a repetir los ataques como sucedió en la madrugada del jueves pasado.
Medidas de prevención
Según Consuelo N, encargada de una de las más grandes zapaterías del centro de Guamúchil, el incremento de la violencia la ha obligado a establecer medidas de seguridad que cambiaron su forma de vivir y de trabajo.
El negocio que atiende desde hace cinco años y que ha logrado una numerosa clientela, al igual que otros giros, ha tenido que modificar horarios de atención por el miedo de sus empleados de dirigirse a sus casas hasta entrada la noche.
Desde el viernes pasado, patrullas del grupo elite, de la policía y del Ejército, con uniformes oscuros y pasamontañas, recorren en forma continua las principales avenidas de la ciudad y los caminos vecinales.
El edil señaló que a raíz del ataque del jueves la mayoría de las patrullas del municipio resultaron dañadas, por lo que sólo disponen de cuatro para vigilar la zona urbana de la ciudad, y tuvo que solicitar el auxilio de las autoridades estatales y federales.
Para el ex titular de la Federación de Abogados de Sinaloa, Abel Meza, las diversas instancias de gobierno deben redoblar esfuerzos para restituir la tranquilidad en el norte del estado.
Meza Sandoval consideró comprensible la actitud de la población de Guamúchil para recluirse temprano en sus hogares y adoptar medidas de seguridad, en tanto no existan las condiciones de seguridad que se requieren.
Dijo que ese cambio en la forma de vida debe ser temporal, pues es inaceptable que una sociedad modifique sus hábitos por temor a la delincuencia.
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