Destacan cariño que tenía Juan Pablo II por México

Aguascalientes / Abril 28.-
El Papa Juan Pablo II tenía un cariño muy especial por México, prueba de ello es que su primer viaje como pontífice fue a este país, al que visitó hasta en cinco ocasiones, dijo el ex rector del Pontificio Colegio Mexicano en Roma, Ricardo Cuéllar Romo.

Aseguró que no pocos le aconsejaban al Sumo Pontífice que no viniera por muchas razones, una de ellas porque no había relaciones diplomáticas entre México y la Santa Sede.

“Estamos hablando del año 1979 y evidentemente todavía el mundo de protocolo y de relaciones no se daba, pero el Santo Padre insistió, ‘yo quiero ir a México y las dificultades que haya deben ser solucionadas’, decía. Eso quiere decir que desde el principio puso su mirada y su corazón en México”, recordó.

Sostuvo que, en alguna ocasión, el secretario particular del “Papa peregrino”, Stanislaw Dziwisz, hoy arzobispo de Cracovia, Polonia, le hizo un comentario sobre las visitas de Karol Josef Wojtyla a tierras mexicanas.

“Me da mucho gusto que los mexicanos quieran tanto al Santo Padre, porque él también los quiere mucho y de una manera muy especial”, le expresó.

Recordó que Wojtyla fue nombrado Papa en octubre de 1978 y para enero de 1979 ya estaba en México. Su gira duró del 26 de enero al 1 de febrero.

“Y no sólo visito México, sino que inauguró la tercera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, donde los obispos de todos los países latinos se reunieron en la ciudad de Puebla. Después fue a visitar a las etnias más significativas del estado de Oaxaca, y concluyó su primer gira en Guadalajara”, relató.

En su segundo viaje, del 6 al 13 de mayo de 1990, estuvo en Durango, donde ordenó a 100 sacerdotes. “Estuvo aquí en Aguascalientes, en el aeropuerto ‘Jesús Terán Peredo’ y de aquí partió a San Juan de los Lagos, después fue a Zacatecas, entre otros puntos que escapan por ahora a mi recuerdo”.

En su tercer viaje, en 1993, estuvo en Mérida, Yucatán, donde visitó grupos indígenas de aquella zona. Este periplo fue de paso, ya que realmente se dirigía a América del Norte.

En 1999 estuvo en México entregando el documento que los obispos de toda América trabajaron en el Sínodo de 1997 y un documento que el Papa dijo: “Quiero entregarlo a América”, y de todo el continente escogió la Basílica de Guadalupe por considerarla el lugar más representativo y emblemático.

Del 30 de julio al 1 de agosto del 2002, fue su quinto y último viaje donde encabezó la homilía en la misa de canonización de Juan Diego, vino a la basílica de la Virgen Morena en el Distrito Federal.

“Cinco viajes es mucho. La figura del Santo padre la estamos ahora concentrando en México, pero el Papa es una figura de significación mundial, fue el Papa de la reconciliación entre diferencias tan grandes que parecían irreconciliables”, afirmó.

Agregó que Juan Pablo II tenía una extraordinaria facilidad para el dominio de lenguas de todo tipo, y que no dejó un rincón del mundo sin visitar, ya que fue un Papa que entendió que la Iglesia tiene un centro, que es el Vaticano, “pero que las periferias son tan importantes que muchas veces hay que dejar el centro para ir a las periferias”.

Indicó que para el llamado “Papa viajero”, el hombre era el centro de interés en todas sus dimensiones, por ello abrió las fronteras para que el Evangelio se hiciera cultura, habló mucho de una evangelización inculturada, que tocara las estructuras, estilos de vida, pensamientos, expresiones.

“En casi todos sus discursos inicio gritándole al mundo ‘No teman abrirle las puertas a Cristo, porque él les va a dar las explicaciones más profundas y los significados más hondos’, evocó.

Finalmente, el también ex secretario general adjunto del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) compartió un episodio de su primer encuentro con Juan Pablo II, que fue en Río de Janeiro, Brasil.

“Me lo presentó el cardenal Alfonso López Trujillo y le dijo: ‘Mire, Santo Padre, él es nuestro encargado de vocaciones y ministerios de América Latina´, y entonces el Papa, mirándome fijamente me comentó: ‘Ten mucho cuidado para cultivar las vocaciones en América Latina que tienen tanta importancia para el futuro´”, señaló.