Locatarios de Nuevo León denuncian robo; buscan reubicarlos

Monterrey, N.L. / Abril 29.-
El alcalde Fernando Larrazabal Bretón se reunió con líderes de comerciantes afiliados a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) para acordar la reubicación de sus agremiados que el martes pasado fueron desalojados de la calle Reforma, en un operativo contra la piratería, encabezado por la Secretaría de Hacienda.
“Estamos buscando espacios, la intención es que de manera inmediata ellos puedan instalarse” explicó Larrazabal Bretón.
El gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, dijo que continuarán los operativos donde se comercializan productos ilegales. Señaló que se pretende reubicar en viejos cines de Monterrey a los informales desalojados, además de que el municipio busca un acercamiento con el SAT para que brinde facilidades a las personas que comprueben que la mercancía es legal.
Mientras, unos 800 comerciantes realizaron una manifestación por calles del centro de la ciudad y se apostaron frente al Palacio de Gobierno estatal y a la alcaldía para protestar por “el robo de mercancía.
Vamos a denunciar un robo, nacional e internacionalmente, esto no se va a quedar así”, afirmó Agustín Serna Servín, dirigente de la CROC.
El operativo que el pasado martes realizaron fuerzas federales, estatales y militares contra comerciantes del centro de Monterrey fue un acto “fascista” que será denunciado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, así como ante las comisiones locales y nacionales, afirmó Serna.
Explicó que sólo de la CROC fueron afectados más de 800 comerciantes, pero que existen muchos más de organizaciones independientes. Agregó que “ya que los agredieron y abusaron”, solicitarán al gobernador que gire instrucciones al secretario de Economía para que otorgue un préstamo a los afectados para que “tenga derecho a una vida digna”.

Productos ‘pirata’
Cifras de la Procuraduría General de la República detallan que 70% de la mercancía asegurada corresponde a material apócrifo: discos compactos de pornografía, de música y películas, mientras que el resto corresponde a “material de dudosa procedencia”.
“Un 30% de los locales que fueron revisados tenían mercancía de procedencia extranjera como software, videojuegos y otro tipo de productos, de los cuales al momento no se ha acreditado la legal estancia de internación al país y mucho menos la legítima propiedad”.
Una fuente castrense mencionó que se habían decomisado más de 260 toneladas de películas, discos compactos de música apócrifa, videojuegos, ropa y diversa mercancía.