Washington, D.C. / Abril 28.-
Un saldo de más de 230 muertos, incontables daños materiales y cientos de miles de viviendas y negocios sin electricidad dejó la peor racha de tornados que azotaron Georgia, Virginia, Tennessee, Mississippi y en especial Alabama.
El alcalde de Birmingham, William Dell, describió la situación de la ciudad como la de una “zona de guerra” que causó la destrucción de casas, algunas incluidos los cimientos, escuelas, negocios e iglesias.
Equipos de búsqueda y rescate continuaban los esfuerzos para ubicar víctimas debajo de las estructuras derruidas, por lo que la cifra letal podría aumentar en las próximas horas. Sólo en Alabama se confirmaron hasta ahora 131 muertos y cientos de heridos.
El presidente Barack Obama, quien había declarado una zona de emergencia en Alabama, envió un mensaje de solidaridad y ofreció apoyo federal.
“Nuestros corazones están con todos aquellos afectados por esta devastación y elogiamos los esfuerzos de aquellos que han estado trabajando incansablemente para responder al desastre”, señaló el mensaje.
Al menos dos mil elementos de la Guardia Nacional fueron desplegados en Alabama por el gobernador Robert Bentley, quien estimó que el número de personas sin electricidad podría acercarse a un millón.
En este marco, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) anunció que la asistencia federal por desastre está disponible para el estado de Alabama, una de cuyas ciudades Tuscaloosa fue identificada como el origen del tornado más devastador que causó 26 muertes.
Imágenes de la televisión mostraban en Tuscaloosa un panorama de destrucción en casas, escuelas conforme miles de personas permanecían sin electricidad y la ciudad lucía semi desierta.
Los otros estados que reportaron tornados incluyeron Georgia, Tennessee y Mississippi, aunque el daño fue menor. No obstante fueron declarados como en estado de emergencia a nivel estatal.
“Se trata de uno de los mayores brotes (de tornados) en el suroeste en mucho tiempo”, señaló el meteorólogo Tom Bradshaw.
La declaratoria presidencial de emergencia en Alabama busca complementar los esfuerzos de respuesta estatales y locales en el área impactada por tormentas, tornados y vientos directos.
Obama autorizó a FEMA coordinar “todas las labores de ayuda por desastre que tienen el propósito de aliviar las penurias y el sufrimiento causados por la emergencia en la población local y proveer la asistencia adecuada para las medidas de emergencia requeridas”.
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