México, D.F. / Abril 28.-
El Día del Niño es de tristeza en el mundo rural de México, debido a que más del 50 % de la población infantil del campo se encuentra desnutrida y 70% de esos pequeños son indígenas, afirmó Gerardo Sánchez García, presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), quien sostuvo que en el agro esa fecha no existe porque “nada hay qué festejar”.
Al reunirse con jóvenes cenecistas, lamentó que el gobierno federal haya sido reprobado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en protección a la niñez, principalmente en salud, nutrición y educación, además de censurar el trabajo infantil en campos agrícolas y confirmar que las regiones indígenas cuentan con menor protección a los derechos de los niños.
Gerardo Sánchez demandó que se castigue la explotación laboral infantil, pues muchos niños y adolescentes son obligados a trabajar en condiciones infrahumanas.
Denunció que la explotación laboral de los menores en el campo, llega al grado de que en la mayoría de los casos perciben poco más de 20 pesos por jornada de trabajo.
Precisó que de los seis millones de jornaleros agrícolas que se emplean en los campos agrícolas del país, más de tres millones son niños de entre 6 y 14 años y realizan sus actividades al margen de cualquier protección laboral, cuando aportan alrededor del 30% del ingreso familiar.
Ante esto, exigió a la Secretaría del Trabajo la presencia de procuradores en las unidades agrícolas o agropecuarias, para evitar la violación a los derechos y la explotación de los niños campesinos.
Expuso la necesidad de que esa dependencia a cargo de Javier Lozano, termine “con la simulación” que existe en México, respecto al empleo infantil, ya que la pobreza los empuja a entregar su infancia al trabajo.
Sánchez sostuvo que alrededor de 500 mil niños menores a los 14 años de edad, que son jornaleros migrantes o que viven en algunas de las 98 mil localidades más apartadas del país, no pueden ser atendidos en las escuelas. Lo peor, dijo, es que aún no encuentran la forma de cómo incorporarlos a la educación.
Mencionó que la explotación del trabajo infantil, fundamentalmente en el noroeste del país por las grandes empresas trasnacionales y productores privados, es lo que ha hecho rentable la producción de frutas y hortalizas de exportación.
En algunas regiones agrícolas del noroeste, dedicadas a los cultivos que se exportan, la cuarta parte de la fuerza laboral son niños o adolescentes, quienes aportan el 30% del ingreso familiar con jornadas que rebasan las ocho horas diarias, salarios inferiores al mínimo; expuestos a condiciones insalubres y desprovistos de cualquier tipo de seguridad social.
Testimonios recogidos por la Central Campesina, dijo, señalan que los menores y adolescentes son explotados por capataces de los campos agrícolas, violándose flagrantemente el artículo 123 Constitucional.
Las cifras del estudio realizado por la CNC muestran la importancia del trabajo infantil en la economía familiar, pues en los estados de atracción para la población migrante, del norte y noroeste del país, del total de jornaleros agrícolas, el 27% son niños de entre 6 y 14 años de edad; de ellos el 53% son varones y el 47% mujeres.
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