México, D.F. / Abril 27.-
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) oficializará este miércoles con una placa la declaración que hizo en 2010 de Patrimonio Mundial de las Cuevas Prehistóricas de Yagul y Mitla en los Valles Centrales de Oaxaca, y que albergan testimonios del inicio de la civilización en el continente americano, hacia el año 8000 a.C.
De acuerdo con un comunicado del INAH, la ceremonia donde se oficializará la inscripción de esos dos conjuntos rocosos, será presidida por Gabino Cué, gobernador del estado de Oaxaca, y Alfonso de Maria y Campos, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), institución que realizó las gestiones correspondientes y elaboró los expedientes para nominar dichos sitios ante el Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
La declaratoria de estas cuevas se efectuó durante la 34 reunión del Comité celebrada en Brasilia, Brasil, del 25 de julio al 3 de agosto de 2010, quedando inscritas en el listado mundial, en la categoría de Paisaje Cultural.
Con esta, México suma ya 36 bienes declarados por la UNESCO -25 sitios culturales, 4 naturales, un itinerario cultural, un paisaje cultural y 5 bienes inmateriales- y refrenda así su posición como el país de mayor número de bienes inscritos en Latinoamérica.
Las Cuevas Prehistóricas de Yagul y Mitla resguardan evidencias relevantes del comienzo de la civilización en América, dentro de la Cueva llamada “Guilá Naquitz” (Piedra Blanca en zapoteco), se hallaron semillas de calabaza con más de 10 mil años de antigüedad, consideradas los restos más tempranos de plantas domesticadas conocidas hasta ahora en el continente.
De los 80 resguardos rocosos y las 40 cuevas-habitación registradas en el sitio por el arqueólogo Antonio Martínez Tuñón, encargado del Proyecto de las Cuevas Prehistóricas de Yagul y Mitla, destacan las cuevas de la “Paloma” y “Rockshelter”, por las evidencias de la transición de la vida nómada al sedentarismo.
La importancia de esta zona es sólo comparable con los primeros vestigios de domesticación de la cebada y el trigo en el Medio Oriente, o lugares como Head Smashed -donde se halla un cementerio de bisontes-, en Buffalo Jump Complex, al suroeste de Canadá, o las Minas Neolíticas de Silex de Spinnes á Mons, Bélgica.
Según las exploraciones realizadas por el investigador Kent V. Flannery, la ocupación de estas cuevas prehistóricas se remonta al 8000 a. C., y en las que se detectaron pinturas rupestres, elementos líticos y toda clase de proyectiles.
Estudios adicionales revelan que los fragmentos de olotes descubiertos en el mismo sitio, constituyen la evidencia más temprana, conocida hasta ahora, para documentar el origen del maíz. Así también, se descubrieron semillas de frijol y maíz que datan de 6000 y 4200 a. C. respectivamente.
Esta zona de abrigos rocosos de los Valles Centrales de Oaxaca, es un área que además de haber sido refugio de grupos de cazadores-recolectores hace 10 mil años, lo fue también de carrancistas durante la Revolución Mexicana.
La candidatura de este bien mexicano representó un trabajo arduo, ya que el expediente técnico -entregado previamente por el INAH a la UNESCO- abarca un área de 5 mil hectáreas, distribuida entre los ayuntamientos de Tlacolula de Matamoros, Villa Díaz Ordaz y San Pablo Villa de Mitla.
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