Monterrey N.L. / Abril 25.-
Siete militares integrantes de las fuerzas de apoyo se encuentran arraigados para ser investigados por su probable responsabilidad en la muerte de Jorge Otilio Cantú, quien fue abatido en Monterrey el pasado lunes 18 en un tiroteo con delincuentes, y a quien le fue colocada un arma en el interior de su camioneta.
El gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, reveló que siete militares que estaban como apoyo a los policías estatales se encuentran en proceso de investigación para determinar los pormenores del fallecimiento del joven, quien en un principio se señaló como integrante de la delincuencia organizada y finalmente se estableció que fue una víctima inocente.
“Por lo pronto, nosotros tenemos ya siete policías arraigados, vamos a seguir en estas investigaciones, estamos avanzando con cautela, pero de manera contundente y rápida. Se trata de los policías que están en apoyo a la Secretaría de Seguridad Pública”, dijo Medina, quien aclaró que a pesar de ser elementos federales, son las autoridades estatales las que llevan la investigación.
El pasado martes 19, investigaciones de las autoridades estatales establecieron que Cantú no pertenecía a ningún grupo delictivo, que se dirigía a su trabajo esa madrugada que fue tiroteado y que el arma corta que estaba en su camioneta fue colocada ahí por uno de los policías que participaron en el operativo.
“Podemos determinar sin lugar a dudas que Jorge Otilio Cantú Cantú no llevaba arma, no hizo disparos desde su vehículo… analizando también sus pertenencias personales se llegó a la conclusión que se trataba incluso de una persona ordenada”, dijo el procurador de Justicia, Adrián de la Garza, ese martes.
Sobre la pistola, el funcionario estatal dio una declaración más confusa que aclaratoria: “Esa arma estaba en la escena del crimen por circunstancias que se dieron en ese hecho, y un error de procedimiento, se llevó a cabo allí, la movieron de lugar, también está siendo investigado… nos dimos cuenta que el arma no estaba en el lugar donde estaba originalmente; es decir, en ningún momento los policías nos declararon otra cosa, nos declaran en primera instancia que el arma no estaba allí (en la camioneta del occiso)”, dijo en rueda de prensa el procurador.
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