Monterrey, Nuevo León / Abril 24.-
Enclavado en una zona de transición entre subtrópico y desierto, Nuevo León, como ocurre en periodos de aproximadamente 10 años, registrará temperaturas cálidas que en algunas regiones superarán los 45 grados en los próximos meses.
Esta sequía, por la falta de lluvias para el presente año, contrastará con lo padecido hace casi 10 meses, cuando el huracán Alex devastó a la entidad, con daños a infraestructura urbana, carreteras y viviendas.
En esta ocasión, el estiaje se prolongará al menos hasta julio próximo, de acuerdo con los pronósticos hidrometeorológicos del Órgano de Cuenca de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
“Tendremos temperaturas al menos dos o tres grados centígrados por arriba de lo normal por la falta de lluvias”, estimó Doroteo Treviño Puente, especialista de dicho organismo federal en la entidad.
En días recientes se registraron las temperaturas más altas de la actual temporada hasta el momento, luego de que los termómetros llegaron a 42 grados en municipios como Los Ramones y Linares.
En esta capital y la zona metropolitana, el calor también es sofocante a estas alturas del año, con registros que han oscilado entre los 35 y 40 grados.
La situación se agudizará hacia los meses de julio y agosto, en los que tradicionalmente se presentan las temperaturas más cálidas del año.
En descargo de esta ausencia de precipitaciones pluviales, por los remanentes del huracán Alex, las principales presas de la entidad que surten de agua potable a Monterrey se encuentran a más de un 100 por ciento de su capacidad y permitirán solventar el abasto.
El embalse de Cerro Prieto en Linares almacena 324 millones de metros cúbicos, equivalentes a un 108 por ciento de su llenado, mientras que El Cuchillo, en el municipio de China, dispone de mil 336 millones de metros cúbicos, lo cual representa casi un 120 por ciento de su capacidad ordinaria.
No obstante esta cantidad de agua disponible en presas de la entidad, Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey (SADM) procede a la sectorización del suministro, con áreas no mayores de 500 medidores de agua individuales y un macro medidor para reducir las fugas.
A la par, con el llamado a los usuarios para utilizar aguas tratadas mediante convenios con la compañía para liberar agua de primer uso, toda vez que se ofrece tratamiento al 100 por ciento del agua utilizada en la zona metropolitana.
De acuerdo con el director del SADM, disponen de 300 kilómetros de tuberías de agua residual tratada, con lo cual la paraestatal puede ofrecer también el intercambio de agua de primer uso por agua residual tratada.
Actualmente, entidades como la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) se han incorporado a este programa para conectarse a la red de aguas residuales de la dependencia estatal y con ello utilizarlas para el riego de jardines en facultades de la Ciudad Universitaria.
La sequía y el ambiente se agudizarán también con el incremento de incendios forestales, tal como aconteció en 1998, cuando resultaron devastadas casi 30 mil hectáreas de superficie en Nuevo León.
El delegado de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) en el estado, Santiago Magallanes Torres, expuso que este tipo de fenómenos se presentan por los pastizales secos, luego de un año lluvioso y que se afrontan periódicamente.
“Este año se nos puede presentar como 1998 o 1988, estamos dentro del ciclo que se nos pueden presentar incendios muy fuertes, en 1988 se quemaron en el país un millón de hectáreas, aquí en Nuevo León anduvimos cerca de las 30 mil hectáreas”, enfatizó.
Un ejemplo de esto, agregó, es el que ha devastado más de 100 mil hectáreas en el estado de Coahuila y que aún se combate por brigadistas de todos los niveles de gobierno.
Actualmente en Nuevo León, unos 50 siniestros han afectado mil 600 hectáreas de superficie forestal.
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