México, D.F. / Marzo 15.-
El joven conductor que arrastró y causó la muerte a un policía, asegura que no recuerda lo que sucedió durante una terrible borrachera que lo llevó a prisión.
José Luis Romo Trujano, de 22 años, estudiante de Derecho, aseguró que no sabe lo que sucedió la madrugada del viernes, cuando el policía Luis Fernando Corona Mercado le marcó el alto, para aplicarle una prueba del alcoholímetro. Sin embargo, el conductor de la camioneta sport van, placas MAT5689, aceleró lanzando al uniformado sobre el toldo, y avanzando con él, un total de mil 400 metros, durante un lapso de 5 minutos. “Cuando me dijeron que maté al policía, pensé que era mentira, que sólo lo decían para presionarme”, dijo a un policía judicial que lo resguardó después de que salió del hospital Xoco.
“Nada de lo que hice fue a propósito ni mucho menos, jamás atentaría contra al vida de alguien. No voy a hacer ninguna otra declaración”, indicó durante la presentación ante los medios de información.
Sin embargo, el video captado por la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, y el cual fue analizado por peritos en tránsito terrestre, han dado a conocer que José Luis aceleró, con el policía en el cofre, hasta 100 kilómetros por hora. “Lo hemos consignado por homicidio doloso, porque en todo momento, a su vista, tuvo el rostro del policía que trataba de sujetarse, y a quien estampó contra un monumento a Juan Pablo II, ubicado en Insurgentes, al cruce con Francia”, indicó el subprocurador de averiguaciones previas desconcentradas, Luis Genaro Vázquez.
El funcionario confió en que el juez que lleva el caso, considere el agravante del grado de ebriedad que llevaba el conductor, y que, según un análisis de su orina, presentaba 266 mililitros por ciento de alcohol en su organismo, lo cual es un nivel muy alto.
También, se espera que en las próximas horas, la nunciatura apostólica, que es a quien pertenece la estatua de Juan Pablo II, hecha con llaves de bronce, donadas por el pueblo, interponga la denuncia correspondiente por los daños ocasionados.
Otro de los factores que pudiera llevar a José Luis a pasar unas dos décadas en prisión, es que la víctima era un policía en funciones. Sin embargo, el acusado indicó que no recuerda nada, lo cual podría tratarse de una estrategia para su defensa, pues trascendió que en su familia hay abogados.
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