Chicago / Abril 21.-
Un grupo de madres y esposas, acompañadas de activistas religiosos, participará este Viernes Santo en un acto de desobediencia civil en el Centro de Detención de Inmigrantes en Broadview, Illinois, con el objetivo de parar la deportación de sus seres queridos.
El acto de protesta, coordinado por el sacerdote activista del vecindario mexicano La Villita, José Landaverde, comenzará este jueves a las 19:00 horas con una vigilia de oración en el templo anglicano Misión Nuestra Señora de Guadalupe.
Por la mañana del viernes las madres de familia y simpatizantes se dirigirán a la prisión de Broadview, de donde cada viernes a las 07:00 horas sale un autobús hacia el aeropuerto internacional O´Hare, llevando indocumentados que serán deportados, la mayoría de ellos mexicanos y con destino a Ciudad Juárez, Chihuahua.
Las mujeres se sentarán en la calle impidiendo el paso del autobús, acto que en otras ocasiones han realizado algunos activistas, incluyendo a Landaverde, generando la intervención de agentes de policía, quienes los conducen a la estación policial correspondiente donde les aplican multas de casi 200 dólares.
“Hacemos este acto de desobediencia civil en Viernes Santo porque vemos que Jesús es crucificado en las familias que son separadas por leyes de inmigración disfuncionales”, dijo Celia Pacheco, una de las madres participantes en la protesta pacífica.
“Somos gente de la comunidad que nunca ha estado involucrada en el activismo, pero ya estamos cansados de ver niños llorando porque los separan de sus padres”, agregó.
“El viernes por la mañana celebraremos el Vía Crucis frente a los autobuses que transportan personas que son deportadas por la migra. Vamos a tumbarnos en el suelo hasta que seamos detenidos en un signo de resistencia y en solidaridad con nuestros hermanos y hermanas que están siendo separados de sus familias”, comentó Landaverde.
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