México, D.F. / Abril 18.-
“Un día espectacular, así es mi sueño”, afirmó Joselyn González Reyes, una joven que puede vislumbrar el día en que bailará en un Auditorio Nacional, acompañada de una corte que cuidará sus pasos, pues usa muletas para sostenerse, aunque su fortaleza, expresó, salió de su sufrimiento.
La adolescente fue diagnosticada con retraso psicomotor a los ocho años, cuando comenzaron a notarse los estragos de la enfermedad.
“No se daban cuenta que yo tenía retraso psicomotor porque estaba chiquita y decían que se curaba con terapias. A los 8 años me empecé a dar cuenta que tenía problemas en la cadera, ingle y tobillos”, relató.
Joselyn sintió tristeza y frustración. Necesitó del apoyo de su familia para afrontar su nueva condición.
“La lección mayor fue la primera operación que me hicieron, me deprimí mucho y no quería ni comer y ahí empezó la primera lección de que tenía que salir adelante”, indicó.
La quinceañera expresó que desde pequeña y pese a su enfermedad, el baile ha estado presente en su vida. Por eso, dijo, la ilusión de sus quince años comenzó a temprana edad. Sus padres siempre la apoyaron, pero en su momento le negaron la posibilidad de tener una fiesta.
Por una vecina se enteró que a través del Instituto de la Juventud del Distrito Federal podría celebrar sus quince años.
Se le dificulta subir escalares, pero dice que llegará alto. Se describe como una joven feliz, inteligente y afirma que muchos han notado su madurez.
Aunque está consciente de sus dificultades, detalló que no le importan opiniones ajenas, vive con su familia como alfil de su vida y su principal motivo para continuar bajo la misma perspectiva: “Voy a llegar lejos, muy lejos”.
Hoy por hoy, se atreve a practicar varios deportes y señaló que buscará un futuro en la computación.
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